Francia tiene detectados a 9.700 sospechosos de radicalización

Esta foto sin fecha disponible en la revista en inglés del grupo extremista Estado Islámico, Dabiq, muestra a Abdelhamid Abaaoud. Abaaoud, que fue idenitificado por las autoridades francesas el 18 de noviembre del 2015 como supuesto arquitecto de los ataques mortíferos en París. (Militant Photo via AP)

El primer ministro francés, Manuel Valls, se defendió hoy de las críticas de que el asesino de la pareja de policías no estuvo suficientemente vigilado recalcando que hay 9.700 personas que han sido señaladas como susceptibles de haberse radicalizado.

En la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional, informó de que se ha identificado a 2.107 franceses en las redes de combatientes en Siria e Irak, donde ya han muerto 180, y dijo que «toda la sociedad debe movilizarse» ante esa realidad.

Preguntado por un diputado de la oposición de derechas sobre el hombre que ayer mató en nombre del grupo Estado Islámico a una pareja de policías en su domicilio de las afueras de París, y que ya había sido condenado por terrorismo yihadista, el primer ministro socialista rechazó la idea de establecer medidas de restricción de la libertad para todos los sospechosos.

Explicó que, frente a esa amenaza, «la primera arma es el derecho penal y el Estado de Derecho», pero también «rechazar toda tentación de recurrir a experiencias extrajudiciales».

Precisó que los servicios secretos tienen abiertos 295 expedientes terroristas que conciernen a 1.216 personas y que en los últimos 15 días han sido arrestados por terrorismo y presentados ante el juez 16 individuos.

El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, añadió que desde comienzos de año han sido detenidas 187 personas en casos de terrorismo.

Valls advirtió de que «el terrorismo quiere imponer el miedo» y afirmó que la respuesta tiene que venir «con la fuerza del Estado de Derecho y de la democracia».

El primer ministro, en cualquier caso, consideró que con el ataque a los dos policías asesinados en su propio domicilio, y delante de su hijo de tres años, «se ha superado un escalón en el horror». EFE (I)

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