Australia vota en ajustadas elecciones generales

El líder de la oposición en Australia, Bill Shorten, a la derecha, y su esposa Chloe votan en las elecciones federales en la escuela pública de Moonee Ponds West, en Melbourne, Australia, el sábado 2 de julio de 2016. (Mick Tsikas/Pool via AP)

CANBERRA, Australia (AP) — Las urnas cerraron el sábado en Australia en las elecciones generales, y los primeros recuentos de los resultados indicaban que la gobernante coalición conservadora corría el riesgo de perder varios escaños en su intento de buscar una segunda legislatura tras un divisivo mandato de tres años.

Después de años de inestabilidad política, los líderes de los principales partidos prometieron llevar estabilidad a un gobierno que lleva tiempo sumido en el caos.

Los comicios, que enfrentan a la coalición del gobierno conservador contra el Partido Laborista de centroizquierda, cierran un periodo de volatilidad extraordinaria en la política australiana. En Australia, los partidos pueden cambiar a sus líderes si se dan ciertas circunstancias, y en los últimos años lo han hecho con una frecuencia sin precedentes. Si ganaran los laboristas, su líder, Bill Shorten, sería el quinto primer ministro que tiene el país en tres años.

Es probable que el ganador se conozca a última hora del sábado.

Un sondeo de Newspoll publicado el sábado por el periódico The Australian mostraba a la coalición en cabeza con un 50,5% de los votos, frente al 49,5% de los laboristas. El sondeo se basó en entrevistas en todo el país a 4.135 votantes, realizadas entre el martes y el viernes. Tiene un margen de error de 3 puntos porcentuales.

Lo que se conoce como efecto de puertas giratorias en el puesto de primer ministro, junto con la inestabilidad global que ha desatado el reciente referendo británico a favor de abandonar la Unión Europea, llevó al primer ministro, Malcolm Turnbull, a prometer que mantener la situación actual es la opción más segura.

«En un mundo incierto, el laborismo sólo ofrece más incertidumbre», advirtió Turnbull en uno de sus últimos actos de campaña esta semana. «No tienen nada que decir sobre empleo, crecimiento o nuestro futuro económico».

Los laboristas, por su parte, han intentado durante las ocho semanas de campaña mostrar al Partido Liberal de Turnbull como profundamente dividido. «No se puede tener estabilidad sin unidad», afirmó Shorten. (I)

Por ROD McGUIRK, Associated Press

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