El presidente de Argentina, Mauricio Macri, así como varios miembros del Gobierno y de la sociedad civil, acudieron hoy en Buenos Aires al acto central de conmemoración del 22 aniversario del atentado a la sede de la mutua judía AMIA, el peor ataque terrorista sufrido por el país y que permanece impune.
Frente al lugar donde ocurrieron los hechos, en el barrio Once de la capital argentina, decenas de personas se apostaron para homenajear a las 85 víctimas que dejó como saldo el ataque.
Macri, acompañado por el jefe del Gabinete de Ministros, Marcos Peña y otros miembros, realizó una ofrenda floral y continuó después presenciando el acto, que llevó como lema «La memoria nos une».
Una sirena dio comienzo a la conmemoración a las 9.53 hora local (12.53 GMT), hora a la que un día como hoy de 1994, una bomba estalló en la sede de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA).
«Para que nuestros muertos no mueran dos veces. Una por la bomba y otra por el olvido y la indiferencia, encenderemos una vela y colocaremos una rosa en memoria de los fallecidos», expresó en su intervención una de las presentadoras del homenaje.
Seguidamente, se nombró, uno por uno, los nombres de las víctimas.
El atentado contra la AMIA, hasta ahora sin esclarecer y cuya planificación y ejecución es atribuida al grupo terrorista Hizbulá. fue el segundo ataque terrorista contra judíos de Argentina, después de que 29 personas murieran en 1992 al explotar una bomba frente a la embajada de Israel en Buenos Aires, atentado también atribuido a la misma organización.
«Sabemos que usted tiene la responsabilidad de conducir a nuestro país a un destino. Que la impunidad no gane a la verdad. Esperamos que lo pueda lograr», dijo la presentadora en referencia a Macri.
Por su parte, el vicepresidente de la AMIA Ralph Thomas Saieg otro de los participantes en el acto, reclamó que se den avances concretos en la investigación y pidió que la causa sea una prioridad de Estado, al llevar 22 años «reclamando y soportando la triste realidad de no tener un solo detenido».
«Pero seguiremos pidiendo Justicia», espetó, para recordar que también se cumple un año y medio de la muerte del fiscal Alberto Nisman, cuya madre, Sara Garfunkel, también asistió al acto.
Cuatro días antes de aparecer sin vida en su casa de Buenos Aires en circunstancias también sin esclarecer, Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015) y a otros altos cargos de su Gobierno como presuntos responsables de orquestar un plan para exculpar a los iraníes sindicados como responsables del atentado.
En su denuncia, el fiscal se basaba en el acuerdo suscrito entre Argentina e Irán y que, a su juicio, buscaba encubrir a los sospechosos del atentado a cambio de impulsar el intercambio comercial de granos argentinos por petróleo de Irán.
Sin embargo, esta denuncia fue desestimada definitivamente por la Justicia.
Saieg calificó como «una vergüenza» que el fiscal, por quien también se encendió hoy una vela, apareciera sin vida en esas circunstancias y reclamó justicia para determinar quién o quiénes fueron los responsables de la muerte. EFE (I)