Rajoy promete trabajar «día a día» para dar estabilidad a su posible Gobierno

Mariano Rajoy, presidente de España. Foto de Archivo, La República.

Madrid (EFE).- El presidente español en funciones, Mariano Rajoy, del conservador Partido Popular (PP), prometió hoy trabajar «día a día» para dar estabilidad a su Gobierno, si es que consigue formarlo antes de que acabe este mismo mes.

La investidura de Rajoy depende de la abstención de los socialistas ya que le faltan seis diputados para lograr la mayoría absoluta (176) en el Parlamento español, de 350 escaños.

La formación de Gobierno en España está bloqueada después de dos elecciones generales (20 de diciembre de 2015 y 26 de junio de 2016) y habría una tercera llamada a las urnas si no hay un acuerdo parlamentario antes del 31 de octubre, fecha tope para la disolución automática de las Cortes.

En un acto público celebrado hoy en Zaragoza (centro de España), Rajoy envió el mensaje a los socialistas de que no les impondrá condición alguna para ser investido presidente.

El PSOE, primer partido de la oposición, se encuentra en manos de una comisión gestora después de que el pasado día 1 dimitiera su secretario general, Pedro Sánchez, forzado por un sector crítico que pretende evitar unas terceras elecciones en menos de un año.

El presidente en funciones insistió hoy en que trabajará «con humildad y con paciencia» y que hará cuanto pueda para conseguir la estabilidad que necesitará su Gobierno caso de que logre la abstención de todo o parte del grupo parlamentario socialista.

«Creo que, a estas alturas de la historia, lo razonable es que se deje gobernar a nuestro partido», señaló Rajoy antes de añadir que un Gobierno en funciones no puede tomar las «decisiones importantes que requiere un país».

El líder del PP reiteró que su partido «no quiere unas terceras elecciones», que serían «una locura y un auténtico disparate» y de las que «nadie saldría beneficiado».

«Ya hemos tenido suficiente; lo lógico, lo sensato y lo razonable, y lo que demandan con razón la mayoría de los españoles es que las cosas vuelvan a la normalidad», añadió Rajoy para pedir consenso entre los partidos constitucionalistas.

Para el líder del PP, la «aportación del radicalismo» y de los «aficionados a la política» ha traído además «inestabilidad, retroceso en todos los órdenes y paralización del funcionamiento normal de la economía y las instituciones».

El Gobierno en funciones considera normalizado el «diálogo institucional» con el PSOE tras la conversación que el propio Rajoy tuvo el viernes con el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández.

Los analistas políticos entienden que este primer contacto es un paso para evitar las terceras elecciones, si bien el Partido Socialista está muy dividido sobre qué hacer y pretende ahora evitar que esa división se traslade a su grupo parlamentario en el Congreso. EFE (I)

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