Miles se toman las calles de Venezuela y claman por la salida de Maduro

Miles de personas participan en una manifestación hoy, 26 de octubre de 2016, en Caracas (Venezuela). Miles de opositores comenzaron hoy a concentrarse en varias ciudades del país para participar en la denominada "Toma de Venezuela", convocada en protesta contra lo que consideran una "ruptura del orden constitucional" tras la suspensión del proceso para celebrar un revocatorio presidencial del presidente venezolano, Nicolás Maduro. EFE/Cristian Hernández

CARACAS, Venezuela (AP) — Miles de opositores marcharon el miércoles en Caracas para manifestar su rechazo a la suspensión del proceso que activaría un referendo para recortar el mandato del presidente Nicolás Maduro.

La confrontación política en el país escaló desde el martes, después de que la Asamblea votara a favor de iniciar un juicio político al presidente por la supuesta ruptura del orden constitucional.

Sin embargo, es poco probable que la votación del martes tenga consecuencias legales: aunque ésta será dominada por la oposición, Maduro sigue en control de otras ramas del gobierno, como las Fuerzas Armadas y el Tribunal Supremo, que ya ha declarado ilegítima la Asamblea Nacional.

Al grito de «¡Democracia sí, dictadura no!» y «¡Queremos contarnos ya!, los manifestantes se congregaron en una autopista de la capital para exigir la «restitución del hilo constitucional» y la realización del referendo.

«Estoy aquí porque quiero que mis nietos tengan un futuro mejor, que podamos sacar a un presidente que viola la constitución y nos quitó el derecho a elegir», dijo Josefa Machado, una ama de casa 64 años, a The Associated Press.

Los oficialistas también se reunieron y realizaron una pequeña concentración en el centro de la ciudad, cerca del palacio de gobierno.

Ha habido otros intentos por marchar hasta organismos públicos del centro de Caracas, pero fueron detenidos por los cuerpos de seguridad del Estado. En tanto, otras capitales estatales registraron escaramuzas entre opositores y policías antimotines, informaron medios de comunicación locales.

El Consejo Nacional Electoral —también controlado por el oficialismo— suspendió el proceso de recolección de los cuatro millones de firmas necesarias para activar el referendo bajo el argumento de que acataba órdenes de tribunales penales que detectaron un fraude en una colecta previa. Sin embargo, esta consulta ofrecía la mejor vía para resolver la crisis política y económica de manera pacífica.

«Que lo sepa el mundo: hoy correspondía ir a colocar nuestra huella como último paso a la activación de un referendo revocatorio», dijo el excandidato presidencial Henrique Capriles, uno de los principales impulsores del proceso, en referencia a las firmas que se recabarían este 26, 27 y 28 de octubre.

En medio de una severa escasez de medicinas y alimentos, y con la inflación más alta del mundo, diversas encuestas indican que 80% de los electores desean que Maduro abandone el poder.

Los legisladores de oposición sustentaron la pertinencia del juicio político contra el presidente con el argumento de que el mandatario ha dejado de lado sus tareas y deberes constitucionales. Sin embargo, es poco probable que el proceso concluya de la misma manera que en otros países latinoamericanos como Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff fue destituida de su cargo.

En Venezuela, la Asamblea Nacional sólo pueden reclamar un juicio político, pero la ley establece que el proceso debe ser avalado por la Contraloría y la Fiscalía General. Y más allá de esto, la decisión final recae en el Tribunal Supremo de Justicia, cuyos magistrados nunca han votado en contra de Maduro y son señalados de estar bajo el control del oficialismo.

El gobierno y la oposición acordaron que intentarían dialogar para desactivar la crisis. Está previsto que las conversaciones auspiciadas por el Vaticano y otros gobiernos sudamericanos comiencen el 30 de octubre en la isla caribeña de Margarita.

Durante un evento del Consejo de Defensa Nacional, Maduro exhortó a los sectores opositores a sumarse al proceso de diálogo y lamentó la ausencia del presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup. El legislador anunció que no asistiría por considerar que sólo se trata de una maniobra del gobernante para perturbar la protesta del miércoles.

Maduro, que el lunes tuvo una audiencia privada con el papa Francisco en el Vaticano, afirmó que viajará personalmente a la isla para iniciar este acercamiento.

De forma paralela, en el marco de una reunión entre autoridades de Europa, Latinoamérica y el Caribe en República Dominicana, la Unión Europea (UE) hizo un llamado a los venezolanos a participar en este diálogo: «Todas las partes han de entregarse al proceso de diálogo sincero y constructivo tal y como lo describió el papa Francisco«, dijo Federica Moguerini, representante de la UE para relaciones exteriores y políticas de seguridad.

Líderes opositores dijeron el miércoles que la próxima marcha será el 3 de noviembre y que los manifestantes aspiran dirigirse al palacio de gobierno, un lugar que por casi 20 años ha estado vedado para las protestas antigubernamentales.

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