Fiesta sin fin en la Pequeña Habana tras la muerte de Fidel Castro

Cubanos bailando en Miami por la muerte de Castro. REUTERS / ATLAS

La calle Ocho de la Pequeña Habana vivió un día entero de fiesta después de conocerse la muerte de Fidel Castro, con la música de altavoces y bongós a pleno volumen y los presentes dispuestos a estar allí «hasta el amanecer».

«Yo de aquí me voy para el trabajo», dijo a Efe, pasada la medianoche, Giraldo Álvarez, un joven que afirmó estar en el lugar desde que supo de la noticia, solo con paradas para «comer y dormir un poco» para recuperar fuerzas para la noche.

Unas dos mil personas mantuvieron viva la llama que se había encendido horas antes, cuando el reguero de personas era incesante.

El anuncio de la muerte de Fidel Castro, líder de la Revolución de 1959 y mandatario de Cuba hasta que cayó enfermo en 2006, en vez enlutar a los cubanos de Miami, la capital del exilio, los puso a bailar y a festejar desde la medianoche del viernes.

Como muchos otros, Álvarez aseguró que lo celebraba por su abuela, «que se murió con 100 años esperando», y por su padre, que es «balsero».

Él se encarga de animar la fiesta con el enésimo «Nuestro día (ya viene llegando)», el himno de los exiliados cubanos interpretado por Willy Chirino, que pasó por el Versailles este sábado lo que provocó una avalancha de gente sobre las puertas del café, desbordado durante toda la jornada.

Allí, una de las empleadas del pequeño café anexo al restaurante Versailles lucía exhausta ya entrada la madrugada del sábado al domingo: «este día fue muy duro, esto está siempre lleno pero hemos vendido más de lo normal». La fiesta del Versailles creó una onda expansiva que benefició al resto de negocios a su alrededor en un día fuera de lo normal.

De vuelta al centro de la acción, las consignas ya habían dejado de ser políticas hace muchas horas y, más allá de los gritos alternados de «viva Cuba Libre», los éxitos de la música latina sonaron uno tras otro: «Hasta que se seque el Malecón», «La vida es un carnaval», «La gozadera» y de nuevo vuelta al «Nuestro día (Ya viene llegando)».

A unos metros del Versailles, integrantes del movimiento opositor cubano Damas de Blanco realizaron una pequeña caminata, acompañados de seis miembros de la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506, para pedir la unión de todas las organizaciones del exilio y la disidencia en la lucha por la libertad y la democracia en la isla.

La Dama de Blanco Noelia Pedraza aseguró a Efe que «la oposición debe salir a la calle y hablarle mucho a ese pueblo», para así demandar con más fuerza el establecimiento de la democracia.

«Es utópico decir que en dos días o tres meses caerá (el castrismo), pero será diferente, porque el símbolo, un ídolo, se murió y no será lo mismo», consideró en declaraciones a Efe María Elena Alpizar, cofundadora y portavoz del grupo, respecto al futuro de una Cuba sin Fidel.

La mujer fue una de las que participó este mediodía en una rueda de prensa desarrollada en la Casa Museo de la Brigada 2506, en la que se convocó a una concentración masiva el próximo miércoles, frente al Monumento a los caídos en la playa Girón, en el barrio de La Pequeña Habana, para pedir por la «libertad y democracia en Cuba».

La concentración consistirá en un «acto conciso y poderoso» que quiere llevar un mensaje de unidad y «un llamado a la acción de la resistencia cubana», según un manifiesto que leyó en una rueda de prensa el presidente de la Asociación de Veteranos de la Brigada 2506, Humberto Argüelles.

«Es necesario mantener la presión y la movilización», porque «el tirano ha muerto, pero la tiranía permanece», destaca el documento, en referencia a la muerte del líder cubano Fidel Castro este viernes a sus 90 años.

Mientras decenas de desconocidos se lanzaron a bailar unos con otros en pleno ambiente de sábado noche, en la parte de atrás de la calle una mujer sostuvo durante horas el retrato de una persona. «Es mi padre, Luis Raúl Figueroa, que murió peleando contra Fidel en el campo de batalla hace 55 años», reveló Beatriz Figueroa, que llevó la fotografía para que él estuviera «en alma y en cuerpo celebrando que cayó el asesino». EFE

Cubanos residentes en Miami celebran la muerte de Fidel Castro, desde la madrugada del sábado, en las afueras del restaurante Versalles, en Miami. EFE/EPA/CRISTOBAL
Cubanos residentes en Miami celebran la muerte de Fidel Castro, desde la madrugada del sábado, en las afueras del restaurante Versalles, en Miami. EFE/EPA/CRISTOBAL
Miembros de la comunidad cubana reaccionan a la muerte de Fidel Castro, el sábado 26 de noviembre de 2016, en el área de Little Havana, en Miami. (AP Foto/Alan Díaz)
Miembros de la comunidad cubana reaccionan a la muerte de Fidel Castro, el sábado 26 de noviembre de 2016, en el área de Little Havana, en Miami. (AP Foto/Alan Díaz)
Foto: festejos en Miami por muerte de Castro, El Confidencial
Foto: festejos en Miami por muerte de Castro, El Confidencial
Miembros de la comunidad cubana en Miami celebran la noticia de que Fidel Castro murió, frente al restaurante La Carreta, la madrugada del sábado 26 de noviembre de 2016, en Miami. (David Santiago/El Nuevo Herald vía AP)
Miembros de la comunidad cubana en Miami celebran la noticia de que Fidel Castro murió, frente al restaurante La Carreta, la madrugada del sábado 26 de noviembre de 2016, en Miami. (David Santiago/El Nuevo Herald vía AP)

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