Cerca de 300 personas, pertenecientes en su mayoría a distintas agrupaciones sociales, sindicales y políticas argentinas, se reunieron hoy frente a la Embajada de Venezuela en Buenos Aires para pedir que el país bolivariano no sea suspendido del Mercado Común del Sur (Mercosur).
En un encuentro organizado por el Comité argentino de Solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, los asistentes firmaron también un documento en el que mostraban su desacuerdo para más tarde entregarlo en las embajadas de Paraguay, Uruguay y Brasil y en la Cancillería argentina (todos ellos miembros del Mercosur).
En el texto destinado a la ministra de Asuntos Exteriores argentina, Susana Malcorra, destacaban que «Venezuela ejerce plenamente y legítimamente la presidencia Pro témpore del Mercosur».
Durante la convocatoria, el embajador venezolano en Argentina, Carlos Eduardo Martínez Mendoza, coreó con micrófono en mano la frase «ni nos vamos ni nos sacan», tal y como otros asistentes habían gritado previamente.
«Estamos seguros de que la racionalidad jurídica y la racionalidad política están de nuestro lado, por lo tanto no tenemos nada que temer», aseguró el funcionario en declaraciones a Efe tras el acto.
Para Martínez Mendoza, «el trabajo está hecho», ya que su país ha alcanzado la mayoría de condiciones que el Mercosur les exigía.
«Hay áreas en donde todavía se requiere la negociación del bloque, que los equipos de trabajo negocien, y es algo que el propio protocolo de adhesión contempla», aseguró.
El exsubsecretario General de la Presidencia argentina (2008-2015) y actual miembro del Partido de la Concentración (FORJA), Gustavo López, descalificó las exigencias del Mercosur porque, según él, «no se puede suplantar la soberanía popular».
«Cada pueblo elige a su presidente. Hubo un proceso democrático en Venezuela y hasta que el pueblo no elija a otro presidente hay que ser respetuoso de los procesos democráticos», sentenció en declaraciones a Efe.
Venezuela, miembro del Mercosur desde 2012, informó hoy que activó un «mecanismo» en el Mercado Común del Sur para la «resolución de controversias» por «agresiones y hostigamiento» en contra de la presidencia pro témpore del bloque de la que ese país asegura estar en pleno ejercicio.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, difundió a través de su cuenta en Twitter un documento en el que solicitaba «iniciar las negociaciones directas con respecto al cumplimiento de la República Bolivariana de Venezuela conforme el Protocolo de Adhesión suscrito en julio de 2006 y vigente a partir de agosto de 2012″.
El pasado lunes la canciller convocó a los ciudadanos a acudir este jueves a las embajadas venezolanas en los países socios del Mercosur para expresar su apoyo a la permanencia del país caribeño en el bloque subregional.
Un día después comunicó a los países miembros del bloque que Venezuela «está en condiciones» de adherirse al protocolo normativo de Mercosur.
Al no haber incorporado todas las reformas exigidas en el plazo estipulado, que finalizaba hoy, Venezuela podría quedar suspendida por tiempo indeterminado del organismo, lo que le dejaría en la misma situación que Bolivia, participando con voz pero sin voto. EFE (I)