Tras protestas, surcoreanos celebran proceso a presidenta

Manifestantes portan una efigie de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, contra quien se abrió un juicio político, durante una protesta cerca del palacio presidencial, en Seúl, el 10 de diciembre de 2016. (AP Foto/Ahn Young-joon)

SEUL, Corea del Sur (AP) — La vez anterior que el parlamento de Corea del Sur votó a favor de un juicio político a un presidente, los legisladores del partido gobernante gritaron y lanzaron urnas, un hombre se inmoló ante la Asamblea Nacional y miles de surcoreanos participaron en vigilias con velas noche tras noche para salvar al fallecido líder liberal Roh Moo-hyun.

Doce años más tarde, el ambiente no podría ser más diferente. Una multitud volvió a tomar las calles el sábado, un día después de que la cámara aprobó el cese temporal de la presidenta caída en desgracia, Park Geun-hye. La votación en favor de un juicio político llenó de orgullo a los manifestantes, que creen haber reparado una democracia dañada con sus protestas semanales.

Miles de personas marcharon el sábado por las calles próximas al palacio presidencial, conocido como Casa Azul, donde Park podría seguir casi en total soledad hasta seis meses, el plazo máximo que tiene la Corte Constitucional para decidir si debe abandonar el poder definitivamente.

Portando carteles, banderas y globos amarillos, los manifestantes pedían a gritos a la líder que dimita en lugar de esperar al proceso judicial.

Los manifestantes agitaron sus brazos al ritmo de gongs y tambores y siguieron a una efigie de Park vestida con un uniforme penitenciario y atada con una cuerda en un estrecho callejón próximo a las dependencias presidenciales.

«¡Park Geun-hye, salga de la casa! ¡Salga de la casa ahora!», cantaron los manifestantes. «¡Baje y vaya a prisión!».

Decenas de miles de personas llenaron un gran boulevard proximo, epicentro de las multitudinarias protestas de las últimas semanas.

«Dimos un buen primer paso (el viernes). Fue un día en el que todos nos dimos cuenta de lo fuertes que podemos ser colectivamente», dijo Kim Hye-in, de 51 años, que vive fuera de Seúl pero pasó seis sábados consecutivos protestando en la capital surcoreana contra Park. «Pero todavía no hemos terminado. Necesitamos seguir reuniendo fuerzas y protestando hasta que la corte la retire oficialmente del poder».

El viernes, el parlamento, controlado por la oposición, aprobó una moción para un juicio político a Park, a quien se le retiraron sus poderes presidenciales. El primer ministro Hwang Kyo-ahn ocupará la presidencia de forma interina hasta que los jueces decidan el futuro de la líder.

El juicio político llega tras multitudinarias protestas que durante semanas exigieron la dimisión de Park. Los fiscales piensan que la presidenta se confabuló en las actividades criminales de una vieja colaboradora para manipular asuntos del gobierno y extorsionar a negocios. La colaboradora, Choi Soon-sil, y dos ex asistentes de Park vinculados con el escándalo han sido imputados.

Park pidió disculpas públicas por haber confiado en su amiga, pero niega haber cometido delito alguno.

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