BASILEA, Suiza (AP) — Los votantes suizos decidían el domingo si facilitan que los «extranjeros de tercera generación» obtengan la nacionalidad suiza, así como si fijar las competitivas bajas tasas fiscales para empresas extranjeras en el país
Se esperaba que la «naturalización simplificada de inmigrantes de tercera generación» se aprobara en el referendo. La reforma simplificaría las solicitudes para cualquier persona menor de 25 años cuyos padres y abuelos hayan vivido en Suiza durante años.
Por otro lado, los sondeos apuntaban a una ajustada pugna sobre la compleja reforma fiscal, que pretende alinear a Suiza con los estándares internacionales al eliminar un sistema de impuestos de dos velocidades que ofrece tasas bajas a las empresas extranjeras para atraer la inversión.
A su salida de un centro de votación en el imponente ayuntamiento de Basilea, el arquitecto Rolf Rurrer dijo apoyar las dos iniciativas.
«Sobre los impuestos, está muy claro que para la clase media es mejor», dijo Rurrer, de 62 años. «Yo soy un empresario independiente, de modo que tengo que pagar los impuestos por mi empresa y quiero bajarlos».
«En cuanto a la inmigración, necesitamos a toda la gente que quiere estar aquí. Creo que tres generaciones son suficientes», añadió.
La votación del domingo es otra aplicación de la democracia directa suiza, que permite a los votantes pronunciarse a menudo sobre decisiones políticas. En el referendo también se planteaba una medida sobre gasto de infraestructuras.
Los votantes en el cantón oriental de Graubuenden también decidían si quieren presentar una candidatura para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026. La región rechazó una propuesta similar hace cuatro años sobre los Juegos de 2022, que finalmente se otorgaron a Beijing.
Entre los que esperaban beneficiarse del nuevo sistema más sencillo para obtener la ciudadanía suiza estaba Selena Mercado, estudiante de secundaria. Mercado, de 17 años, nació en Suiza, ha ido a la escuela allí, se considera suiza y sueña con una carrera política en el país algún día.
Sin embargo, su pasaporte es de Chile, un país en el que nunca ha estado pero donde vivían sus abuelos antes de mudarse a la pequeña nación alpina hace décadas.
«Quiero devolver algo a Suiza», dijo Mercado, que vive en Vallorbe, junto a la frontera con Francia. (I)
The Associated Press