Brasil amanece sin autobuses en día de protestas contra Temer

Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, amaneció hoy sin autobuses, con algunas vías bloqueadas y con un enorme embotellamiento de vehículos particulares en un día en que fueron convocadas protestas en todo el país contra la reforma al régimen de jubilaciones propuesto por el presidente Michel Temer.

La mayoría de las conductores de autobuses de Sao Paulo atendió la convocatoria de los sindicatos durante la jornada de protesta, en tanto que el metro funcionaba parcialmente, con sólo dos de sus tres líneas circulando normalmente.

El caos no era mayor debido a que, además de las líneas de metro operadas por empresas privadas, los trenes públicos urbanos también funcionaban normalmente.

Ante la paralización del transporte público, el gobierno municipal suspendió provisionalmente la norma que restringe la circulación de vehículos particulares según su matrícula, con lo que, con miles de automóviles en las calles, la ciudad afrontó un enorme embotellamiento.

De acuerdo con la Compañía de Ingeniería de Tráfico de la alcaldía de Sao Paulo, hacia las 8.30 hora local (10.30 GMT), el embotellamiento en la ciudad se extendía por 149 kilómetros.

Al gigantesco atasco contribuyeron los bloqueos de algunas vías promovidos por organizaciones sociales como el Movimiento de los Sin Tierra que participaron en la convocatoria de protesta.

Un grupo de manifestantes llegó a bloquear casi una hora la Vía Dutra, una de las principales autopistas del país y que comunica Río de Janeiro y Sao Paulo, en tanto que otro grupo montó un bloqueo en la Raposo Tavares, otra importante vía de acceso a la mayor ciudad de Brasil.

En Río de Janeiro quienes se adhirieron al paro fueron los profesores de las escuelas privadas y públicas, que obligaron a la mayoría de los colegios a cerrar las puertas, ya que los conductores de autobuses, que la víspera habían anunciado una huelga, trabajaron normalmente en la mañana.

En Río de Janeiro también operaban normalmente el metro, los trenes urbanos y los barcos de transporte intermunicipal.

Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais, amaneció sin el servicio del metro, en tanto que Recife, capital del estado de Pernambuco, enfrentaba una huelga parcial en el metro, así como bloqueos en algunas calles.

Las paralizaciones parciales se repiten en varias de las ciudades del país en una demostración de fuerza de los sindicatos y movimientos sociales que convocaron el Día Nacional de Movilización y Paralización contra la Reforma de las Jubilaciones.

Las protestas fueron convocadas por el Frente Brasil Popular y por el Frente Pueblo Sin Miedo, que reúnen a sindicatos como la Central Única de los Trabajadores (CUT, mayor unión sindical de Brasil) y la Central de los Trabajadores de Brasil (CTB), al igual que a grupos sociales como el Movimiento de los Sin Tierra (MST).

La mayoría de los organizadores de las protestas está vinculada al Partido de los Trabajadores (PT), la formación de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado por violaciones a las leyes fiscales y sustituida por Temer.

Los sindicatos protestan contra la polémica reforma al régimen de jubilaciones y pensiones que Temer presentó a consideración del Congreso en diciembre y que eleva a 65 años la edad mínima para que tanto hombres como mujeres puedan acceder a esos beneficios.

Según las leyes actuales, en Brasil las mujeres pueden jubilarse con treinta años de cotización y los hombres con 35 y no existe para ello ningún límite de edad, con lo que hay quienes llegan a acogerse al sistema de protección social con apenas cincuenta años.

Las alteraciones en el régimen de jubilaciones y pensiones son parte de una serie de medidas de ajuste estructural que ha propuesto Temer, entre las cuales una medida ya aprobada por el Congreso que limita el aumento del gasto público anual a la inflación del ejercicio anterior. EFE

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