Ascienden a 146 los muertos por choques entre facciones islámicas en Damasco

DOU06. DOUMA (SIRIA), 30/12/2016.- Un hombre camina entre los escombros de un edificio en una calle de Douma, afueras de Damasco, Siria, el 30 de diciembre del 2016. Los bombardeos de la coalición internacional contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak van minando poco a poco la capacidad del grupo terrorista y afectando a su cadena de mando. EFE/Mohammed Badra

Al menos 146 personas han muerto desde el viernes pasado por los choques entre facciones islámicas en la región de Guta Oriental, principal bastión opositor de las afueras de Damasco, según los datos publicados hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

En esa área se enfrentan el Ejército del Islam, por un lado, y el Organismo de Liberación del Levante -la alianza de la exfilial de Al Qaeda- y la Legión de la Misericordia, por otro.

La ONG detalló que entre los fallecidos hay al menos 13 civiles, de los que dos son menores de edad.

El resto de víctimas mortales son combatientes, de los que 50 son miembros del Ejército del Islam. Entre las bajas de milicianos, hay cuatro dirigentes de las facciones contendientes.

Los choques se desarrollan en las poblaciones de Zamalka, Arbín, Haza, Beit Saua y en las granjas de Aftirís y Al Ashari.

El Observatorio indicó que hay desplazamiento de civiles que huyen de la violencia en Guta Oriental, aunque no precisó su número.

Las hostilidades se desencadenaron el pasado día 28, después de que el Ejército del Islam atacara bases de sus adversarios en la región.

Hace un año se produjeron hostilidades similares entre esa organización armada y la Legión de la Misericordia, que estuvo respaldada por una facción vinculada a Al Qaeda denominada el Ejército de Al Fustat, en Guta Oriental.

Esos choques, que se saldaron con más de 500 fallecidos, acabaron gracias a un pacto alcanzado por los contendientes en Doha por el que se comprometían a cumplir un alto el fuego y a liberar a prisioneros.

Bajo estas divergencias subyace una lucha por el poder entre las organizaciones insurgentes e islámicas en Guta Oriental. EFE

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