Juez condena a prisión a Lula, pero determina que no vaya preso hasta que se resuelva segunda instancia

El juez federal de Brasil Sergio Moro, derecha, quien preside la investigación de sobornos en la compañía estatal brasileña Petrobras, y el juez de la Corte Suprema Gilmar Mendes, esperan el inicio de la sesión del senado, en el senado federal, en Brasilia, Brasil, el jueves 1 de diciembre del 2016. Los fiscales investigadores del caso han dicho que renunciarán si el presidente Michel Temer sanciona una medida que permitiría acusar a jueces y fiscales de abuso de autoridad. (AP Foto/Eraldo Peres)

Sao Paulo, 12 jul (EFE).- El juez federal Sergio Moro, que hoy condenó al expresidente Lula da Silva por corrupción y lavado de dinero, explicó en su sentencia que no ordenó una prisión cautelar del exmandatario para evitar «ciertos traumas».

«Considerando que la prisión cautelar de un expresidente de la República no deja de envolver ciertos traumas, la prudencia recomienda que se aguarde» al juicio en segunda instancia, «antes de extraer las consecuencias propias de la condenación», expresó Moro, quien condenó a Lula a nueve años y medio de cárcel.

La condena, por asuntos vinculados a la gigantesca trama corrupta que operó durante décadas en Petrobras, es la primera que recibe el expresidente, quien además responde en otras cuatro causas penales.

Moro, que es el responsable de las investigaciones sobre la red en la petrolera estatal, encontró a Lula culpable de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.

Sin embargo, el juez, a diferencia de otras sentencias en las que decretó la detención y prisión preventiva del condenado, decidió que Lula «podrá presentar su apelación en libertad».

Moro afirmó que «con los episodios de orientación a terceros para la destrucción de pruebas (que atribuye a Lula), hasta habría cabido decretar la prisión preventiva», pero aclaró al final no lo hizo por «prudencia».

La causa por la que Lula fue condenado se refiere a supuestos sobornos que recibió, los cuales se habrían materializado en la reserva y reforma de un apartamento en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo, y el pago del almacenamiento de regalos recibidos durante su gestión (2003-2010).

Moro justificó su condena en el caso del apartamento, pero lo absolvió por el supuesto almacenamiento de los regalos «por falta de prueba suficiente de materialidad».

Esta es la primera condena que recibe el exmandatario, quien aún responde en otras cuatro causas penales abiertas por la Justicia, la mayoría de ellas relacionadas con el caso Petrobras. EFE

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