Alan García dice que ofrecimiento de soborno habría sido «ofensa casi mortal»

ARCHIVO | Marcelo Odebrecht, Lula Da Silva y Alan García.

El expresidente peruano Alan García afirmó hoy ante una comisión del Congreso que la posibilidad de que alguien le ofreciera un soborno para obtener licitaciones de obras públicas durante su gestión habría sido «una ofensa casi mortal».

García se presentó durante más de siete horas ante el grupo legislativo que investiga el escándalo de corrupción Lava Jato en el país, donde dijo que nunca recibió alguna insinuación u ofrecimiento en ese sentido de Odebrecht o alguna otra empresa.

«No, jamás y debo declararlo enfáticamente… Ellos sabían con quien hablaban», remarcó el expresidente en los períodos 1985-1990 y 2006-2011.

Agregó que consideraría «una ofensa mortal» que alguien le hubiera ofrecido un pago irregular de 20 millones de dólares, en alusión al monto del presunto soborno que se entregó al expresidente Alejandro Toledo (2001-2006).

«Esta es un ofensa a la dignidad de alguien que ha sido dos veces presidente de Perú«, sostuvo antes de decir que «esta gente reconocía quienes tenían el alma de pecadores«.

García descartó, además, haber tenido amistad o algún tipo de cercanía con el encarcelado empresario brasileño Marcelo Odebrecht y con el exrepresentante de su empresa en Perú, Jorge Barata.

«Jamás he visitado la casa del señor Odebrecht, ni el lugar donde vive en Brasil», aseguró para luego agregar que «la relación con el señor Jorge Barata es estrictamente de carácter funcional».

El exmandatario sostuvo también que durante su segundo gobierno, cuando el Estado peruano firmó grandes contratos con Odebrecht, esa empresa parecía «normal».

«El escándalo Odebrecht es de tal magnitud que exige que toda obra sea escudriñada (…). Ese escándalo estalla el 2015 y en 2006, 2004, 2008 era una compañía que parecía normal y no había esa repugnancia», enfatizó.

Al referirse a las denuncias e investigaciones que se siguen contra exfuncionarios de su régimen por presuntamente haber recibido sobornos para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, el ex jefe de Estado se disculpó «porque felones fueran capaces de ensuciar un proyecto tan importante».

García reconoció, por otra parte, que sí ha tenido cercanía con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y dijo que no llega «a creer todo lo que se dice de él».

«Yo creo que encarnó, en un momento, la ilusión de la inmensa mayoría del pueblo brasileño y de gran parte de la gente progresista de América Latina y le deseo lo mejor a Lula. Tengo una buena relación (con él)», sostuvo.

La Fiscalía peruana investiga actualmente los sobornos que la empresa constructora entregó a funcionarios y un exviceministro del segundo gobierno de García por la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.

«Si otros se han corrompido, yo no», subrayó García, quien lidera el Partido Aprista Peruano a su llegada al Parlamento para presentarse, en condición de invitado, ante la comisión investigadora.

La semana pasada, el ex secretario de la Presidencia durante el segundo gobierno de García, Luis Nava, declaró ante la comisión que Marcelo Odebrecht visitó el Palacio de Gobierno en cuatro oportunidades y que Jorge Barata lo hizo hasta en 15 ocasiones.

En Perú, el caso Odebrecht se centra en seguir el rastro de 29 millones de dólares que la compañía brasileña admitió a la Justicia estadounidense haber pagado en sobornos a funcionarios peruanos a cambio de adjudicarse millonarias obras entre 2005 y 2014.

Ese período abarca los mandatos de Toledo, con orden de captura internacional por la supuesta recepción de 20 millones de dólares; García (2006-2011), en investigaciones por dádivas para el Metro de Lima; y Ollanta Humala (2011-2016), encarcelado por la presunta financiación irregular de su partido. EFE

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