La ONU pidió hoy que los garantes de las zonas de distensión en Siria, donde está en vigor un alto el fuego, «redoblen sus esfuerzos» para reducir las tensiones tras una serie de ataques en área civiles de la provincia de Idleb, el último gran bastión que controlan grupos armados opositores.
«Estamos alarmados ante la nueva escalada de hostilidades y esperamos que los garantes redoblen sus esfuerzos para no volver a ver un escenario como el de Guta Oriental o el de Alepo», dijo el coordinador humanitario regional de la ONU, Panos Moumtzis, en una rueda de prensa.
La ONU reveló que a pesar de que el Gobierno sirio ha recuperado el control de la mayor parte del territorio y que la guerra civil se circunscribe ahora a zonas específicas, los desplazamientos dentro del país continúan siendo masivos.
Desde inicios de este año, 920.000 personas se han desplazado forzosamente (muchas de ellas más de una vez), con lo que el número total de desplazados internos se eleva a 6,2 millones, incluso considerando a aquellos que han optado en los últimos meses por retornar a las zonas donde vivían.
Moumtzis expresó la preocupación de las organizaciones humanitarias por el riesgo de un éxodo masivo de Idleb en caso de que estallen hostilidades a gran escala, tras una serie de tres ataques registrados allí en la última semana y que han dejado decenas de civiles muertos, incluidos niños.
El representante de la ONU dijo que «no hay más Idleb a donde la gente pueda ir», en referencia al rol que ha cumplido esta provincia como refugio para combatientes de grupos rebeldes y sus familias que abandonaron Alepo y Guta Oriental, tras las ofensivas militares en las que Damasco recuperó el control de ambas.
Esos traslados fueron posibles a través de acuerdos alcanzados con las autoridades sirias.
En Idleb viven actualmente 2,5 millones de personas, de las cuales el 60 % son desplazados de otras áreas.
Un agravamiento de la situación en Idleb, agregó Moumtzis, generaría una enorme corriente de desplazados hacia Turquía, país con el que esta provincia siria hace frontera.
La operación humanitaria de la ONU para Idleb se efectúa de hecho desde Turquía debido a los múltiples inconvenientes que tiene para hacer llegar la ayuda desde sus depósitos en Siria, en particular por la inseguridad y los obstáculos del Gobierno.
Ante la amenaza de que se convierta en el nuevo foco del conflicto, la ONU tiene un plan de contingencia que le permitiría reaccionar rápidamente.
Sin embargo, Moumtzis dijo que Naciones Unidas está trabajando en este complejo escenario prácticamente sin recursos y con los depósitos de ayuda que están quedando vacíos, y sin posibilidad de volver a llenarse si los donantes no desembolsan el dinero que han prometido para la ayuda humanitaria en Siria.
El presupuesto de la ONU para aportar ayuda esencial a 13,1 millones de sirios en 2018 se eleva a 3.510 millones de dólares, de los que hasta ahora ha recibido sólo un 26 %, lamentó.EFE