La ONU teme y se prepara para el desplazamiento de 900.000 civiles en Idleb

La ONU avanza en los preparativos para el eventual desplazamiento de hasta 900.000 civiles en la provincia siria de Idleb, actualmente bajo control de diversos grupos rebeldes y sobre la que se teme se produzca una gran ofensiva de fuerzas progubernamentales sirias.

«Hemos elaborado un plan de respuesta en caso de que hasta 900.000 personas escapen. Esperamos que esto no suceda y que no se necesite», dijo el coordinador humanitario regional de la ONU, Panos Moumtzis.

Para ello, la ONU requiere una financiación que asciende a 311 millones de dólares, que cubrirían las necesidades básicas de los potenciales 900.000 desplazados.

La ONU trabaja bajo la suposición de que unas 700.000 personas se desplazarían aún más hacia el norte, a zonas bajo control rebelde y la frontera con Turquía, y que unas 100.000 saldrían de la provincia hacia áreas controladas por el Gobierno.

Otras 100.000 se refieren a personas que viven en zonas donde hay una fuerte concentración de desplazados y que se piensa que podrían huir tanto a áreas bajo control del Gobierno como de grupos armados.

Los preparativos, sostuvo Moumtzis, intentan tener en cuenta todos los escenarios, incluyendo el de un ataque químico, como ya ocurrió en el pasado en otros escenarios de la guerra siria.

En Idleb viven 2,9 millones de civiles, incluidos un millón de niños, cuyas vidas estarán en riesgo en caso de ataques masivos, con los el Gobierno sirio recuperaría el mayor pedazo de territorio que todavía queda fuera de su control y en el que se concentran fuerzas rebeldes que fueron trasladas allí tras ser vencidas en otros frentes.

El régimen sirio y Rusia han puesto como justificación de sus planes de ataque la presencia en Idleb de organizaciones terroristas, que tendrían allí a unos 10.000 efectivos.

La ONU está pidiendo a Siria y a sus aliados, Rusia e Irán, así como a otros países que tienen influencia sobre los grupos rebeldes que, como regla mínima, se respete el principio de no atacar áreas fuertemente pobladas, instalaciones humanitarias ni infraestructuras vitales.

Con ese propósito, Moumtzis dijo que en una reunión hoy con representantes de esos países se compartió con ellos las 235 coordenadas geográficas que corresponden a la localización de hospitales, escuelas, almacenes y puntos de distribución de ayuda, entre otros.

«Así no habrá duda de que un hospital es un hospital. Nadie podrá llegar y decir que no lo sabía (en caso de ataque)», explicó.

Preguntado sobre la posición que expreso el representante ruso en esa reunión, Moumtzis dijo que el diplomático aseguró que se están haciendo todos los esfuerzos para encontrar una solución pacífica a la situación en Idleb. EFE

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