Al menos 22 rebeldes murieron hoy y decenas resultaron heridos en choques entre los insurgentes y las tropas del Gobierno sirio en la zona desmilitarizada pactada entre Rusia y Turquía en el norte de Siria.
Las tropas sirias y las facciones leales lanzaron ayer por la tarde un ataque «por sorpresa» en una de las posiciones militares de la facción rebelde Ejército del Honor, al suroeste de la ciudad de Latamne, ubicada en el norte de Hama y fronteriza a la provincia de Idlib, dijo hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Las fuerzas gubernamentales lograron en diferentes emboscadas, que se han prologando hasta esta madrugada, controlar la posición de los insurgentes en la zona de Al Zalakiat, en Latamne, dijo la ONG.
A raíz de estas emboscadas se desataron enfrentamientos entre ambas partes que han causado la muerte de más de 22 combatientes de la facción rebelde, entre ellos, uno de sus líderes, además de causar decenas de heridos y desaparecidos, según el Observatorio.
La ONG, cuya sede está en Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, indicó que se trata del ataque más sangriento en lo que va de año en las filas de los insurgentes.
Por otra parte, la agencia estatal de noticias SANA aseveró que una unidad del Ejército Árabe Sirio acabó con la vida de cinco miembros del grupo, «que se hacen llamar batallones del honor».
La fuente explicó que los «terroristas» estaban desplegados en las granjas de Al Bahruj, al suroeste de Latmane, cuando atacaron la vecina Al Zalakiat, en una zona rural del norte de Hama.
«En respuesta a su agresión» las tropas sirias realizaron una «emboscada» que hirió a un número indeterminado de miembros del grupo insurgente, según la agencia.
SANA no ofreció detalles de si hubo bajas en las filas de las tropas sirias.
Este ataque se produce más de una semana después de que Siria y Rusia, su aliada, acusaran a Turquía de no cumplir plenamente con el acuerdo suscrito sobre la zona desmilitarizada en la provincia siria de Idlib y sus alrededores, que comprenden el norte de Hama y Latakia y el oeste de Alepo, considerados como el último bastión opositor alzado contra el presidente, Bachar al Asad.
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acordaron a mediados de septiembre la creación de una zona desmilitarizada de hasta 20 kilómetros de ancho para dividir las posiciones de las tropas sirias y de la oposición armada respaldada por Ankara.
El pacto también estipula la retirada por parte de los opositores del armamento pesado del cordón de seguridad, aunque los yihadistas que se encuentran apostados en la zona se han negado a cumplir con el acuerdo.
Este pacto paralizó una ofensiva gubernamental contra la región, aunque desde su implementación el pasado 15 de octubre ha habido casi a diario violaciones del acuerdo por ambas partes. EFE