El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, afirmó este lunes que cambiará las «directrices educacionales» implementadas a lo largo de los últimos años en el país para «impedir el avance» de lo que denominó como «fábrica de militantes políticos».
«Cambiar las directrices educacionales implementadas a lo largo de décadas es una de nuestras metas para impedir el avance de la fábrica de militantes políticos», con la intención de «formar ciudadanos», señaló Bolsonaro en sus redes sociales, su principal herramienta de comunicación con los brasileños.
Además, afirmó que la «agenda globalista» tiene la mira puesta en «la división de clases» y denunció que «personas divididas y sin valores son fácilmente manipuladas».
El mandatario, en el poder desde el 1 de enero, insistió en que hay «algo muy equivocado» en cuanto a «las prioridades a ser enseñadas» en los colegios y «los recursos aplicados» en el sector.
En este sentido, recordó que el Ministerio de Educación, junto con la cartera de Justicia, la Policía Federal, la Contraloría General y la Abogacía General del Estado, ha iniciado una investigación para apurar posibles irregularidades en el ámbito educativo.
«Datos iniciales revelan indicios muy fuertes de que la máquina está siendo usada para el mantenimiento de algo que no interesa a Brasil. Sabemos que esto puede acarrear huelgas y movimientos coordinados perjudicando al brasileño», aseguró el jefe de Estado en Twitter.
Asimismo, añadió que «en breve» habrá «muchas más informaciones» para «el bien de» Brasil.
Bolsonaro ya había anunciado en febrero la puesta en marcha de esta operación «Lava Jato» en la Educación, como él mismo la bautizó, para investigar indicios de corrupción en el Ministerio de Educación y en distintos órganos ligados a éste, supuestamente cometidos durante administraciones anteriores.
«Lava Jato» es el nombre que recibió la vasta operación que destapó los millonarios desvíos que ocurrieron durante casi una década en el seno de la estatal Petrobras y que ha llevado a la cárcel a decenas de empresarios y políticos, entre ellos al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. EFE