Italia intenta estabilizar Libia, sumida en caos desde caída de Gadafi

ROMA (ITALIA), 31/05/2018.- El designado presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, llega para anunciar la lista de ministros del Gobierno formado por el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga hoy, jueves 31 de mayo de 2018, tras reunirse con el jefe de Estado, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal, en Roma (Italia). EFE/FABIO FRUSTACI

Italia sigue «con preocupación» el repunte de la crisis en Libia y presiona al mariscal Jalifa Hafter, el hombre fuerte del este y que se ha lanzado a por Trípoli, para que se evite el conflicto, afirmó hoy el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.

«Seguimos de cerca la situación en Libia y su evolución nos preocupa, aunque confieso que no nos sorprende. Estamos tratando de mostrar sobre todo al mariscal Hafter y el resto de interlocutores la necesidad de evitar conflictos armados», declaró a los medios.

El presidente del Gobierno italiano aseguró que él personalmente no ha hablado en los últimos días con Hafter.

El mariscal ordenó el jueves una ofensiva sobre Tripoli, bajo control del Gobierno de Fayez al Serraj sostenido por la ONU, y se suceden los enfrentamientos entre los rivales del este y del oeste del país, sumido en el caos desde la caída de Muamar el Gadafi en 2011.

Italia se ha comprometido especialmente con la pacificación de Libia, sobre todo porque desde sus desprotegidas costas ha llegado al país europeo gran parte de los inmigrantes recibidos en los últimos años en el viejo continente a través del Mediterráneo central.

El pasado noviembre, el Gobierno italiano organizó una cumbre internacional en la ciudad siciliana de Palermo para tratar de impulsar el proceso de paz en el país norteafricano, que acabó sin mayores conclusiones, aunque asistieron tanto Al Serraj como Hafter.

El principal interés de Italia en Libia, antigua colonia, reside sobre todo en la gestión del flujo migratorio, y de hecho el país europeo ha firmado una serie de controvertidos acuerdos con Trípoli y donado naves para que sus guardacostas se ocupen de controlar el mar e interceptar pateras.

A esto se suma el interés económico de Italia en Libia, donde, a pesar de la crisis, la petrolera Eni opera desde 1959 y que solo en 2017 extrajo 384.000 barriles de petróleo al día, el nivel más alto alcanzado desde que se encuentra en su territorio.

Desde la oposición al Gobierno italiano, del populista Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga, han llegado numerosas críticas sobre el supuesto papel que Italia está desempeñando en la solución de la crisis, y muchos creen que el país está «aislado».

Es el caso del exprimer ministro Paolo Gentiloni, cuyo Gobierno firmó los acuerdos sobre inmigración en 2017 y quien pidió que Italia de alguna manera ayude a la estabilización conjuntamente con Estados Unidos y con Francia, país con gran influencia en el Magreb. EFE (I)

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