Indignados: contemporáneos de todos los hombres

Por Andrés López Rivera

“Los «indignados» han franqueado el Atlántico” titula el artículo que Le Figaro ha publicado el pasado lunes a propósito de las manifestaciones en el Brooklyn Bridge. Vlad Teichberg, indignado itinerante, ha efectuado el traslado literalmente: de Puerta del Sol a Zucotti Park. El resto de manifestantes ha seguido el movimiento espiritualmente: se han indignado. El llamado lo hizo en primer lugar Stéphane Hessel, héroe de la resistencia francesa, al publicar su ensayo “Indignez-vous!” (“¡Indignaos!”). El Movimiento 15-M dio seguimiento a la iniciativa encarnándola.

Ya hace unas cuantas semanas, el Süddeutsche Zeitung preconizaba la aparición de “un nuevo tipo de combatiente por la libertad” cuyos principales atributos serían su formación intelectual, su visión cosmopolita, su talento organizacional, pero sobretodo, su paciencia, su estoicismo casi espiritual. Sin el “furor ideológico del siglo XX”, la resistencia civil sustituye a la lucha armada. La estética no es la misma: ha dejado de ser glamoroso enarbolar metralletas. Indignarse o no indignarse, esa es la cuestión.

Octavio Paz lo vislumbró ya hace más de medio siglo. Y es que “tras el derrumbe general de la Razón y la Fe, de Dios y la Utopía, no se levantan ya nuevos o viejos sistemas intelectuales, capaces de albergar nuestra angustia y tranquilizar nuestro desconcierto; frente a nosotros no hay nada. Estamos al fin solos. Como todos los hombres”. No nos queda entonces sino indignarnos. “Nos aguardan una desnudez y un desamparo. Allí, en la soledad abierta, nos espera también la trascendencia: las manos de otros solitarios”. De Puerta del Sol a Zucotti Park, de la plaza Tahrir al boulevard Rothschild, de las calles de Santiago a Tottenham. “Somos, por primera vez en nuestra historia, contemporáneos de todos los hombres”.

La fatal contemporaneidad de nuestros tiempos se traduce hoy en la aparición de la figura del “indignado”. La policía neoyorkina ha detenido 700 de ellos el pasado domingo en el Brooklyn Bridge, ahí desde donde García Lorca gritaba (nos sigue gritando) “¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!”.

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4 Comments

  1. Excelente comentario, al menos se cambia el tema, todos los días solo se lee el tema de Correa, cuando hay cosas más importante que están sucediendo como lo es el caso de los indignados que se ha extendido hasta la «potencia» económica en donde al momento hay más de 800 detenidos, ¿que dirán los cabreras en nuestro país donde todos despotrican, insultan al Presidente y nadie los detiene?……. ¿donde esta la democracia que nos hablan? ¿donde esta la libre expresión?…….. la OTAN  ¿estara pensando en bombardear al igual que Libia, la represión en Wall Street?……. garcia Lorca todavía se oye gritar , ALERTA ALERTA… 

  2. Excelente comentario, al menos se cambia el tema, todos los días solo se lee el tema de Correa, cuando hay cosas más importante que están sucediendo como lo es el caso de los indignados que se ha extendido hasta la «potencia» económica en donde al momento hay más de 800 detenidos, ¿que dirán los cabreras en nuestro país donde todos despotrican, insultan al Presidente y nadie los detiene?……. ¿donde esta la democracia que nos hablan? ¿donde esta la libre expresión?…….. la OTAN  ¿estara pensando en bombardear al igual que Libia, la represión en Wall Street?……. garcia Lorca todavía se oye gritar , ALERTA ALERTA… 

  3. Correa el único mandatario de la región con calificación sobresalienteRafael Correa se ubica en la primera posición como el mandatario mejor evaluado de América con 75%, superando el 58% obtenido en enero de este año, y alcanzando los niveles con los que inició su gestión en abril de 2007.

  4. Se vislumbra una nueva corriente de pensamiento. Que no alberga la incómoda utopía de la izquierda, pero abraza su clamor de justicia social. Que denuncia las injusticias de un sistema capitalista que prostituye el progreso individual, pero no desconoce las naturales diferencias del ser humanos ni su esfuerzo particular.
    El socialismo muere como un sueño infundado de noche ebria, porque su igualdad social es inalcanzable en un mundo plagado de diferencias.
    El capitalismo muere por haber prostituido esas mismas diferencias para justificar la injusticia social de una forma cínica. 
    Yo creo que nadie debería pretender tener los mismo que su vecino, pero tampoco es creíble que nadie deba tener un millón de veces más fortuna que el obrero más humilde. Hay que buscar el equilibro. 

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