El poder no es autoridad

Por Bernardo Tobar Carrión

Corría el otoño de 1989 cuando llegamos, todavía ajenos al vértigo del momento histórico, a una ciudad en la que prendía en esos precisos días una protesta que se vestía de rojo y luz, por el color de las rosas que los checos levantaban contra la represión comunista y por las velas encendidas en memoria de los estudiantes que semanas atrás encontraban la muerte a manos de la Policía cuando alzaban una vez más su voz recordando la resistencia de Praga ante la invasión que sufrió en 1968 por las tropas del Pacto de Varsovia, rebelión simbolizada por Jan Palach, estudiante autoinmolado como única forma de expresión de la protesta ciudadana ante la expansión del socialismo marxista.

Multitudes levantaban sus rosas al grito de «Havel, ¡Havel!», por el nombre del líder que inspiró la llamada Revolución de Terciopelo, que liberó a ese país de la tiranía soviética, devolviendo la libertad individual a su gente y la democracia al sistema, sin más arma que una palabra comprometida con la libertad, prendiendo fuego en el corazón de los checos, quienes todavía conservaban viva la llama en que literalmente se convirtió el cuerpo del joven Palach. Días más tarde caía la estrella socialista del parlamento Húngaro y finalmente era derrocado el Muro de Berlín.

Vaclav Havel ha muerto. De un discurso pronunciado en su memoria, el Washington Post recoge como su mayor legado que «la verdad y el amor prevalecerán sobre las mentiras y el odio», citando las palabras que Havel convirtió en su lema revolucionario. No es coincidencia que esos frutos de libertad, que terminaron por devolverle pacíficamente a Europa lo que los comunistas le arrebataron por la fuerza, tuviera sus semillas de amor en el acto de resistencia que años atrás protagonizara el arzobispo que en Polonia se puso al frente de unos obreros dispuestos a morir por defender su libertad de conciencia, cuando se aprestaban a colocar la primera piedra de la nueva iglesia de Cracovia, desafiando los tanques enviados por el politburó para impedir la obra.

Ese arzobispo se convirtió en Juan Pablo II, cuyo amor por la libertad de la persona humana pudo más que el autoritarismo y sus armas de represión.

La historia nos recuerda así la faz y las señales inequívocas del totalitarismo, de su secuela de destrucción y muerte. Pero también nos enseña que la respuesta está en la inquebrantable confianza en la capacidad del ser humano, en el reconocimiento de su dignidad personal y su libertad como los valores sociales más elevados, como lo han hecho en su momento Gandhi con su humildad, Mandela con su perdón y visión de unidad, o Luther King, que en su famoso discurso en 1963 advertía: «No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio», invitando a renglón seguido a la comunidad afroamericana a caminar junto al blanco en una visión reconciliadora que se prometía «no mirar atrás».

Palabras y ejecutorias de hombres de bien que conviene recordar, de personas sencillas que transformaron la historia desde su propia autoridad antes que desde el poder civil y aun a pesar de este.

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  1. ¿QUÉ ES EL AUTORITARISMO?Autoritarismo, en ciencia política, sistema de Gobierno e ideología donde todas las actividades sociales,políticas, económicas, intelectuales, culturales y espirituales se hallan supeditadas a los fines de los dirigentesy de la ideología inspiradora del Estado. Varias características importantes distinguen el autoritarismo que esuna forma de autocracia propia del siglo XX, de otras formas anteriores, como el despotismo, el absolutismo yla tiranía. En las formas anteriores de autocracia, la gente podía vivir y trabajar con una cierta independencia,siempre y cuando no se inmiscuyera en política. Sin embargo, en el autoritarismo moderno el pueblo se veobligado a depender por entero de los deseos y caprichos de un partido político ALIANZA PAIS y de sus dirigentes, por reglageneral a causa de la adhesión de éstos a una ideología que lo engloba todo. Las autocracias anteriores estabangobernadas por un monarca o por cualquier otro aristócrata, que gobernaba basado en un principio, como porejemplo el derecho divino de los reyes, mientras que el Estado autoritario moderno está con frecuenciadirigido por un partido político, que encarna una ideología que dice tener la autoridad universal y no permiteninguna discrepancia de lealtad o conciencia.

  2. ¿QUÉ ES EL FASCISMO?Forma de totalitarismo del siglo XX que pretende la estricta reglamentación de la existencia nacional eindividual de acuerdo con ideales nacionalistas y a menudo militaristas; los intereses contrapuestos seresuelven mediante la total subordinación al servicio del Estado y una lealtad incondicional a su líder. Encontraste con los totalitarismos de izquierdas identificados con el comunismo, el fascismo basa sus ideas yformas en el conservadurismo extremo. Los regímenes fascistas se parecen a menudo a dictaduras y a veces setransforman en ellas, a gobiernos militares o a tiranías autoritarias, pero el fascismo en sí mismo se distinguede cualquiera de estos regímenes por ser de forma concentrada un movimiento político y una doctrinasustentados por partidos políticos al margen del poder.

  3. ……………………………..¿QUÉ ES UNA DICTADURA?

    En la actualidad, la dictadura DE A.P. es una modalidad de gobierno que, invocando un pretendido interés público,identificado en la realidad con intereses de grupo, prescinde, para conseguirlo, de la voluntad de losgobernados. Es un poder ejercido por una persona EL MASHI o grupo al margen o por encima de las leyes, sin sometimiento a fiscalización ni control democrático alguno. La dictadura excluye u obvia, cuando no la elimina, una división de los poderes del Estado legislativo, ejecutivo y judicial , implicando la restricción osupresión de las libertades de expresión, reunión y asociación. Por regla general, viene impuesta mediante golpes de Estado militares respaldados a su vez por sectores civiles que profesan una ideología concreta, conaspiraciones hegemónicas y programas autoritarios, en particular en situaciones de crisis económicas opolíticas.

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