¿Qué se busca?

Por Carlos Larréategui
Quito, Ecuador

En los últimos días, Ecuador ha sido objeto de enorme atención mediática internacional y profusos análisis políticos y económicos. La visita del Presidente iraní a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Ecuador, los socios más importantes de la Alba, ha provocado un intenso debate sobre las verdaderas razones del controvertido viaje de Ahmadinejad a la región.

Más allá del colorido discurso oficial, el periplo del Presidente iraní tiene objetivos políticos muy claros. En medio del aislamiento internacional creciente que sufre Irán, es imperativo demostrar a los Estados Unidos y al mundo que el régimen de Ahmadinejad tiene amigos y aliados que lo respaldan en su enfrentamiento con Occidente. Adicionalmente, la situación interna de Irán es convulsa y su Presidente ha perdido apoyos sustantivos, incluyendo el del ayatolá Alí Jamenei, ‘Guía de la Revolución’ y ‘padre espiritual’ de esa nación. Y no menos importante, la economía iraní sufre un deterioro progresivo que se traduce en altas tasas de inflación, devaluaciones constantes y la pérdida de poder adquisitivo de la población. Por ello, Ahmadinejad pretendería también fortalecer su imagen interna y sus opciones en los comicios legislativos de marzo.

La ofensiva diplomática iraní debe ser interpretada como una muestra de la enorme debilidad interna y externa que afecta a su gobierno. Resulta patético, sin embargo, que Ahmadinejad deba encontrar refugio en los países de la Alba que no representan un bloque político ni económico relevante y que, más allá de su discurso antiimperialista agresivo, no estén dispuestos a enfrentar en serio a los Estados Unidos.

Las acciones diplomáticas están llamadas siempre a defender y promover el interés nacional. Resulta incomprensible que el Gobierno ecuatoriano otorgue un apoyo político sin beneficio de inventario a Irán y se exponga con ello a un mayor ostracismo en el contexto mundial. La política exterior del Ecuador no puede estar fundada en los prejuicios y antipatías de nuestros revolucionarios ni en las consignas de Venezuela y su Alba. Mucho peor si esos prejuicios y consignas son abiertamente contrarios a los sentimientos del pueblo ecuatoriano y a su clara identificación con los valores democráticos de Occidente.

No olvidemos que en el 2008, el Gobierno de la revolución ciudadana anunció exultante el inicio de relaciones económicas y comerciales con Irán y unos flujos insospechados de inversiones y transferencias que jamás llegaron. En el fondo, todos sabemos que Ecuador e Irán tienen muy poco que ofrecerse. Con las últimas sanciones financieras impuestas por los EE.UU., el Gobierno debería estar consciente de que no puede realizar intercambios económicos con Irán a menos que quiera jugar con fuego y poner en riesgo la dolarización. ¿Qué se busca, entonces?

Carlos Larréategui es rector de la Universidad de las Américas. Su texto ha sido publicado originalmente en el diario El Comercio, y reproducido aquí con autorización de su autor.

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5 Comments

  1. «La política exterior del Ecuador no puede estar fundada en los prejuicios y antipatías de nuestros revolucionarios ni en las consignas de Venezuela y su Alba. «Muy cierto es esto… tampoco puede ni debe nuestra política exterior fundada en los prejuicios y antipatías de nuestros ilustres periodistas y oligarcas. Ni por las consignas o soterrados requerimientos de EEUU, que como sabemos aun sigue buscando sus armas de destrucción masiva. 

    • Cada vez que te leo me pregunto si eres miope o te HACES!

      Los PRINCIPALES mercados del Ecuador son USA, EU y nuestros vecinos Colombia y Perú! Y es CON ELLOS con quienes se DEBERÍA tener las MEJORES relaciones DIPLOMÁTICAS y comerciales!

      Pero bueno sabemos que USA es sinónimo de «alergia revolucionaria» y EU es «neocolonialismo»…mientras los vecinos YA tienen sus respectivos TLC’s!

      Como dato, para que reflexiones, con Irán el comercio en el 2011 fue de MENOS de UN millón de dólares!!!

      • La dominación económica es otra forma de esclavitud… tan perversa como la ideológica…. pensar con el bolsillo es muy malo para nosotros…
        Ecuador es un país muy rico en recursos naturales… podría tranquilamente abastecerse para su consumo interno y a nadie debería faltarle alimento, vivienda, seguridad y ocio. 
        Pero nuestros ilustres mandantes nos han hecho creer que necesitamos desesperadamente de los recursos de EEUU… 
        Pues bien ese principal recurso gracias a Jamil es el dólar… ajam el dólar…. ese papel verde… EEUU imprime su billete verde… y nosotros le enviamos a cambio nuestros recursos, nuestros alimentos… parece absurdo verdad? pues lo es…

  2. «La política exterior del Ecuador no puede estar fundada en los prejuicios y antipatías de nuestros revolucionarios ni en las consignas de Venezuela y su Alba. «Muy cierto es esto… tampoco puede ni debe nuestra política exterior fundada en los prejuicios y antipatías de nuestros ilustres periodistas y oligarcas. Ni por las consignas o soterrados requerimientos de EEUU, que como sabemos aun sigue buscando sus armas de destrucción masiva. 

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