Sí, Nicaragua ya no es un estado democrático

Editorial del diario La Prensa
Managua, Nicaragua

LA PRENSA dio a conocer ayer la información de que, según el informe de Freedom House sobre el estado de la libertad y la democracia en el mundo en el año 2011, Nicaragua ha dejado de ser un país democrático. De acuerdo con ese informe, a pesar de la primavera árabe en 2011, a nivel global la libertad y la democracia siguieron perdiendo terreno por quinto año consecutivo. Las democracias electorales se redujeron, de 123 en 2005, a 115 en el 2011; y la cantidad de países libres bajó de 89 en 2010, a 87 en el 2011.

Freedom House es una ONG que fue constituida en 1941 por destacadas personalidades democráticas estadounidenses, para promover la democracia y defender la libertad. Entre sus fundadores se encontraba la esposa del entonces presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, la señora Eleanor Rossevelt, quien al formarse la Organización de Naciones Unidas (ONU) después que finalizó la Segunda Guerra Mundial, fue una de las redactoras y firmantes de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Freedom House publica desde 1972 un informe anual denominado Libertad en el Mundo, en el cual examina la situación de los derechos civiles y políticos en todos los países del planeta.

Y en esta ocasión, en el caso de Nicaragua Freedom House ha constatado el quebranto que ha sufrido la democracia electoral de este país como consecuencia de los grandes fraudes orteguistas en las elecciones municipales de 2008 y nacionales de 2011. Y ha verificado también la pérdida o el grave deterioro de los requisitos fundamentales que hacen democrático a un Estado: respeto de los gobernantes a la Constitución, separación e independencia de poderes, justicia independiente, control parlamentario del gobierno, autonomía municipal, libertad de expresión y prensa sin restricciones de ninguna clase, apartidismo del Ejército y la Policía, libertad de movilización política, vigencia plena de los derechos humanos. Todo eso ha desaparecido o está en curso de desaparición ante el arrollador avance del poder autocrático orteguista. De manera que bajo el régimen del presidente inconstitucional Daniel Ortega, quien además pasó encima de la Constitución y falsificó las elecciones para imponer su reelección, Nicaragua no puede ser considerada como un país democrático.

David J. Kramer, director ejecutivo de Freedom House, expresa en la presentación del informe sobre el estado de la libertad y la democracia en el mundo que el retroceso comprobado, “debería ser una llamada de atención para todas las democracias del mundo”. Y advirtió que “nuestros adversarios no solo están reprimiendo de manera generalizada, sino que lo están haciendo con una agresividad sin precedentes mientras la comunidad de democracias no se está levantando ante los desafíos que eso genera”. Sin duda que Kramer tiene toda la razón. De eso los nicaragüenses estamos siendo testigos y víctimas al mismo tiempo.

* Editorial del diario La Prensa, de Managua, Nicaragua, publicado el 25 de enero de 2012.

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