Juana, la iguana

Por Marlon Puertas
Quito, Ecuador

Me hice teatrero. Debido al éxito internacional y a la repercusión innegable que ha tenido Ruga la tortuga, he decidido montar la secuela de esta obra, confiado, eso sí, en el desinteresado apoyo que dan los señores representantes de nuestra Cancillería y de los consulados en el extranjero a quienes nos rompemos la cabeza con el único y patriótico propósito de hacer quedar bien a nuestro pedacito de territorio en el mundo entero. ¡Qué lindo hablo!

Como veo que un requisito básico es promocionar a los animalitos que nuestra generosa naturaleza ecuatorial ha puesto a nuestro lado, la segunda parte de Ruga, la tortuga se llamará Juana, la iguana. No es la Juana que ustedes piensan, insolentes. Les cuento el argumento. Esta Juana, la iguana es un reptil maravilloso, pana de Ruga, que, viviendo divertidamente en el parque Seminario de Guayaquil a costillas de los ingenuos turistas que cruzaban debajo de su árbol, justo cuando a Juana se le aflojaba el estómago, un día, se entera de que la madre Pachamama se ve amenazada por una explotación bestial, a cielo abierto, de lindas montañas que van a ser desgarradas hasta sus entrañas con el propósito de encontrar minerales valiosos que servirán para financiar una revolución ecológica del Buen Vivir. Ahí se cabrea Juana.

Decide llamar a su amiga Ruga, defensora de la naturaleza en las Galápagos, para que apoye la causa y, ¡oh, sorpresa!, está presa en Italia. Resulta que a Ruga, la tortuguita, unos malvados la encaminaron en malos pasos. A base de engaños, estos desgraciados la convencieron para que prestara su buena imagen internacional, y ¿qué creen? En su carapacho le camuflaron 40 kilos de coca líquida. Y ahora le meten cuento, que «No te preocupes», que «Tenemos nuestros contactos», que «No te vamos a dejar sola», que «Ya mismo te sacamos», que «No hables nada, por favor». Jodida la Ruga. Y jodida Juana, que se queda sola en su lucha contra la explotación salvaje.

Entonces, Juana decide agarrar una Cooperativa Loja y aventurarse a la Amazonía. Llega adonde unos tipos chinos y, en su lenguaje natural, Juana les dice que no sean malos, que no piensen solo en el oro y la plata, que piensen en los arbolitos, en la gente, en el agua, en los animales como ella que van a morir. Y ¿qué creen? Este final sí es inédito. ¡Los convence! Los chinos, en su lenguaje natural, dicen a Juana que está bien, que se van, que no importa el dinero que ya gastaron, porque para ellos primero está la conservación del mundo. No sé cómo pudieron entenderse tan rápido. Happy end.

¿Mucha ficción? No creo. Lo hago así porque esta obra tiene que recorrer el mundo entero, presentarse en Europa, los Estados Unidos, países de la Alba e Irán.

La idea es que, con este argumento ecológico, podamos recoger fondos para salvar el Yasuní, condenado a morir desde que Rafael devolvió la plata a El Universo.

Para montar la obra necesito un escenario realista. No de árboles, no de ríos, no de montañas. Necesito jarrones, 80, por favor. Necesarios porque Juana toma mucha agua. De pasarlos al exterior se encarga la Cancillería. Gracias de antemano.

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8 Comments

  1. JAJAJA..EXELENTE SR PUERTAS..
    PERO LE CUENTO….  A RUGA LE DEJARON LIBRE YA QUE SE ACOGIO A LA AMNISTIA REVOLUCIONARIA, QUE AL INICIO NO LE  ACEPTARON  YA QUE ERA ESCLUSIVAMENTE PARA «MULAS» Y NO PARA TORTUGAS, PERO  GRACIAS A SUS CONTACTOS REVOLUCIONARIOS FUE DEFENDIDA POR EMINENTES ABOGADOS, LLAMENSE VALENVERG, MERA,ETC.. Y  AL JUEZ PAREDES NO LE QUEDO OTRA QUE EN MENOS QUE CANTE UN GALLO DECLARAR  «MULA»  A LA TORTUGA..

    ASI QUE RUGA YA PUEDE HACER PAREJA CON JUANA 

  2. Los «revolucionarios» deben estar REZANDO para que Ruga la tortuga NO ABRA la BOCA y suelte los nombres de las «MANOS LIMPIAS» que estan detras del NARCOTRAFICO en el que han EMBARRADO el nombre del Ecuador.

  3. Jarrones al por mayor necesitaría, para apagar la sed de dinero que tienen los robolucionarios.  Tal vez si los encarga a China, ellos hacen descuento por compras al millar.

    Excelente don Marlon, como siempre.

    • La popularidad del satrapa ha decaido innegablemente, sin embargo, no ha dejado de sorprenderme encontrar a un DEFENSOR ACERRIMO de correa criticando a la casta dirigente, si no lo leo, no lo creo. Eso me da la pauta para decir que no estamos escribiendo en vano, le estamos quitando la venda a mucha gente y el efecto se multiplica. No hay que desestimar el poder de la palabra.

      El ex-correano hoy incluso se atreve a amenazar al «ducho» de la SECOM; Quien lo hubiera dicho?, eso me recuerda:

      TROLLS de la SECOM: guarden cuanta evidencia de sus «labores» puedan, eso les puede servir de mucho en el futuro cuando les boten a la calle como a perros.

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