Riesgos sin sentido

Por Gustavo Domínguez
Quito, Ecuador

Como consecuencia de los continuos desacuerdos, profundizados notablemente durante los últimos años entre Occidente e Irán, las sanciones al país persa lideradas por los Estados Unidos continúan incrementando su impacto tanto en la economía iraní como en los precios del petróleo. Esta serie de sanciones endorsadas por el gobierno de Barak Obama e irrestrictamente apoyadas por la Unión Europea, no tuvieran tanta importancia para la economía ecuatoriana, como en efecto la tienen, si estas no forzaran a las empresas que tienen relaciones comerciales con Irán a escoger entre hacer negocios con los Estados Unidos o con la sancionada República Islámica.

Según informó la prensa ecuatoriana hace pocas horas, el Gerente de Petroecuador anunció una posible colaboración con el sector petrolero iraní mediante la firma de un consorcio en Venezuela con el objetivo específico de mantener vínculos comerciales con Teherán. Las sanciones norteamericanas tomarán efecto a partir de Junio 28 y las de la Unión Europea a partir de Julio 1. Mientras mayor proximidad anuncia el calendario a estas fechas, empresas petroleras líderes alrededor del mundo, previniendo dificultades innecesarias, han ido anunciando paulatinamente la suspensión de relaciones comerciales con la empresa petrolera iraní y con el Banco Central del mismo país.

Dada estas condiciones a nivel mundial es poco razonable que Petroecuador asuma una posición de tan alto riesgo, especialmente en momentos en que el país necesita mantener sus ingresos petroleros incólumes. Ecuador no tiene las condiciones económicas para desafiar semejantes medidas. No existe justificación sensata para que nuestra empresa petrolera pise en terreno tan pantanoso colocando a nuestro país en la posibilidad de perder financieramente un escenario tan favorable para el mayor rubro de ingresos individual que tiene el presupuesto nacional. Ningún beneficio obtiene Petroecuador arriesgando la sanidad económica de esa empresa a corto y mediano plazo mediante un negocio que no le representa réditos inmediatos y que bien puede esperar hasta que la situación con Irán sea solucionada.

Pero lo que más me atemoriza, es que no se haya analizado con la suficiente profundidad y profesionalismo las consecuencias posibles, dejando por alto que las sanciones pueden salpicar a sectores no petroleros ecuatorianos poniendo en jaque mate a la dolarización y al país entero. Simplemente, bajo ningún análisis de riesgo, necesario para la toma de decisiones en este tipo de negocios, cabría la posibilidad de que dicha alternativa se convierta en realidad.

Parecería ser que las conversaciones previstas para la segunda semana de Abril entre Irán y los socios permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas más Alemania, se pospondrán por unos días hasta que la sede de los diálogos pueda ser establecida con exactitud, ya sea en Estambul o en Bagdad. Mientras tanto, todas las empresas con relaciones directas o indirectas de negocios con el país persa y su sector petrolero se encuentran tomando medidas preventivas y congelando cualquier tipo de decisiones o negocios que puedan afectar su relación con los Estados Unidos o con la Unión Europea.

Petroecuador debe ser prudente y tanto los ministros de los sectores productivos como los empresarios del sector privado advertir al señor Calvopiña sobre las terribles consecuencias de tomar riesgos sin sentido.

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7 Comments

  1. Sera posible que se desee correr tantos riesgos? Los Estados Unidos no creo que nos tengan mucha paciencia en el momento de decidir por sanciones colaterales a Ecuador. Se puede apoyar conceptualmente a Iran sin tener que poner en riesgo tanto. Es simplemente absurdo!

  2. Sera posible que se desee correr tantos riesgos? Los Estados Unidos no creo que nos tengan mucha paciencia en el momento de decidir por sanciones colaterales a Ecuador. Se puede apoyar conceptualmente a Iran sin tener que poner en riesgo tanto. Es simplemente absurdo!

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