Más papistas que el Papa

Editorial del diario ABC
Asunción, Paraguay

De insolentes y hasta injuriosas deben ser calificadas ciertas declaraciones formuladas en Asunción por algunos de los cancilleres de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que llegaron para supuestamente presenciar y “testimoniar” acerca del juicio político al que el Congreso decidió someter al ahora expresidente Fernando Lugo, pero en la realidad para defender a este y tratar de presionar para evitar su destitución.

Ahora resulta que algunos de estos funcionarios pretenden erigirse en una especie de alta Corte Suprema internacional de justicia, distribuyendo fallos condenatorios y absoluciones respecto a otros Estados que, como el nuestro, entran en procesos políticos singulares cuyas circunstancias, por el motivo que fuese, no les agradan. Olvidan estos cancille res y sus respectivos gobiernos que Naciones Unidas, a la que pertenecen los Estados que ellos representan, prohíbe terminantemente que ningún país o grupo de países intervengan en los asuntos internos de otros, y bajo ningún pretexto.

Sin embargo, esto es lo que están haciendo en este momento los Jefes de Estado y cancilleres latinoamericanos cuando se ponen a calificar de antemano el proceso político incoado al expresidente Fernando Lugo. Se arrogan atribuciones que, al menos en este país, nadie pensó otorgarles. Porque, cualesquiera hayan sido los términos de los tratados internacionales que como Estado hayamos suscrito, la cesión de soberanía no pudo jamás haberse convenido, ni siquiera implícitamente, en ellos; y, por consiguiente, nadie, ningún otro Gobierno de Estado, debería presumir este extremo.

Los paraguayos nunca cedimos un ápice de soberanía en lo que respecta a nuestros derechos de autodeterminación, y no será a esta altura de nuestra larga y respetada tradición de Estado soberano, celoso de su independencia, que vendremos a incurrir en semejante defección.

Para peor, en homenaje a las normas de urbanidad del buen anfitrión, tuvimos que soportar las arrogantes opiniones del presumido canciller venezolano, Nicolás Maduro, calificando la actuación de los legisladores de “bochornosa” y amenazando con llevar el caso de la “violación del derecho a la defensa” supuestamente cometido contra Fernando Lugo al seno de las deliberaciones de la Unasur, bravata reforzada por el secretario general de este organismo, Alí Rodríguez, casualmente también venezolano y bolivariano, dejando implícitas en sus palabras advertencias directas de aplicación de represalias contra nuestro país, tratando de convertirse, de ese modo, en protagonistas y hasta árbitros de una situación cuya resolución compete solamente a las instituciones previstas en nuestra Constitución Nacional, de acuerdo a los mecanismos y procedimientos establecidos en ella.

Veamos quiénes nos vienen ahora a sermonear sobre la defensa de la democracia y los golpes de Estado: nada menos que representantes del régimen y correligionarios del teniente coronel Hugo Chávez, uno de los peores gorilas violadores de las libertades y derechos humanos en su país, quien en el año 1992 organizó y comandó dos golpes de Estado contra presidentes democráticamente electos, fracasando ciertamente, pero dejando más de 300 víctimas fatales e incontable número de heridos y lesionados de por vida.

Según cables de prensa, el presidente del Parlamento Centroamericano (con sede en Guatemala), Manolo Pichardo, no se quedó atrás, describiendo a los congresistas paraguayos como “oligarquía recalcitrante camuflada de parlamentarios golpistas”, permitiéndose, seguidamente, formularnos la enérgica exigencia de “deponer la actitud antidemocrática”. Su colega brasileño, el presidente del inservible pero costoso Parlamento del Mercosur, doctor Roshina, en declaraciones a una radioemisora local también formuló explícitamente su intención de “llevar el caso paraguayo” al seno de su organización.

¿Pero quiénes son realmente estos políticos que se erigen en arcángeles custodios, interventores directos en las democracias que no son las suyas? Es posible que sus actuaciones y declaraciones no respondan más que al deseo de aprovechar la oportunidad que les proporciona un escándalo de extendida repercusión en la prensa internacional, para hacer lucir sus nombres y justificar los descansados cargos que ejercen en esas anodinas organizaciones. Si es así, no habría mayor problema, naturalmente.

El expresidente Fernando Lugo tuvo el buen criterio de someterse sensatamente a la decisión del Congreso en el juicio político que le fue incoado, y de disponerse a asumir de inmediato las consecuencias derivadas de la misma, como de hecho lo hizo, de modo pacífico y ordenado. No fue infamado, goza de todos sus derechos civiles y políticos y de la plena capacidad de decidir libremente sobre su futuro, como cualquier otro ciudadano.

En las calles de las ciudades y caminos del país no se cometieron desmanes ni hubo represión violenta, el Paraguay está tranquilo, su devenir político cotidiano prosigue normalmente y, en general, se mira el futuro con optimismo.

Y siendo que el mismo Fernando Lugo se sometió pacíficamente al proceso generado en el Congreso, ¿qué es lo que el Mercosur, el Parlasur, la Unasur, el Celac y cuantos más organismos regionales se inventaron por ahí tienen que objetar al Paraguay? ¿Qué proceso o resultado van a impugnar si su defendido aceptó, como corresponde, el fallo del Congreso, que –dicho sea de paso– se adoptó por abrumadora mayoría de legisladores de casi todos los partidos?

Por otra parte, cabe preguntar asimismo: ¿A quién o a quiénes van a castigar con sus eventuales sanciones? Tienen que saber que las penalidades de las que estuvieron hablando son de carácter económico y que, cuando estas se aplican, los que sufren las consecuencias no son los senadores, diputados y jefes de los otros Poderes del Estado, sino el pueblo llano, aquel cuyo bienestar y prosperidad dependen de la regularidad de la actividad económica, de la estabilidad política, la paz social y la seguridad jurídica. Y que todo esto es lo primero que se altera con las acciones insensatamente agresivas con las que estos diplomáticos están amenazándonos.

El descarado canciller venezolano Maduro pronosticó, además, antes de conocerse la sentencia del Senado, que en caso de que el fallo fuera desfavorable a Lugo, que el pueblo iba a reaccionar con violencia. Ojalá haya permanecido el tiempo suficiente aquí como para comprobar que su defendido, el hoy expresidente Lugo, hace tiempo perdió el apoyo de la abrumadora mayoría de la población por sus desaciertos y su desastrosa vida personal, y que ese levantamiento que pronosticó solo existe en su radicalizada mente. Por el contrario, con la salida de Lugo del gobierno, con todas las garantías para un expresidente, la población está recobrando la calma y la actividad ciudadana su normalidad.

Si finalmente la razonabilidad se impone entre los diplomáticos de la región, como es dable esperar que suceda, lo recientemente acaecido en este país pasará a la historia política latinoamericana como un episodio doloroso, pero del cual se han de poder obtener valiosas lecciones para el perfeccionamiento del sistema democrático, al que todos aspiramos, pero que cada quien tiene el derecho de perseguirlo por sí mismo, como lo juzga mejor.
Que es, al fin y al cabo, en lo que consiste la verdadera soberanía de los pueblos.

Más relacionadas

10 Comments

  1. Cable de wikileaks anticipa lo sucedido con presidente Lugo

    En 2009 la Embajada de Estados Unidos en Asunción emitió un
    informe referente a la situación política de ese país. A continuación un
    extracto de lo que dice la misiva:

    “ RESUMEN: Persisten los rumores de que el  desacreditado general y 
    líder del partido Unace, Lino Oviedo, y el ex presidente Nicanor Duarte
    Frutos  ahora están trabajando juntos para asumir el poder a través de 
    medios legales, en caso de que  el presidente Lugo caiga en los meses
    venideros.

    “Su objetivo: aprovechar cualquier medida errónea de Lugo para romper
    el estancamiento político en el Congreso, el juicio político de Lugo,
    asegura su supremacía política propia (la de Duarte y Oviedo). Mientras
    que muchos predijeron chanchullos políticos en marzo, durante las
    tradicionales  protestas en la temporada de  apertura de sesiones del
    Congreso, poco ha afectado a Lugo (en gran parte porque ha sido
    cuidadoso en no proporcionar la cuerda política o jurídica para un
    juicio político, privando así a Oviedo y Duarte los números en el
    Congreso para su supuesto “golpe de Estado democrático”)”.

    Luego de esta introducción continúa con un análisis de la situación
    de los políticos que, según el escrito, estarían detrás de un complot
    contra Lugo. El apartado se titula “Un plan descabellado”.

    “Duarte y el objetivo común de Oviedo: Encontrar una causa ‘célebre’
    para  liderar el cambiar de la política actual,  romper con el
    estancamiento político en el Congreso, iniciar un juicio político de
    Lugo y recuperar su relevancia política.

    Para Oviedo el escenario ideal consiste en enjuiciar políticamente a
    Lugo, aún con motivos espurios. (Con una votación de dos tercios, la
    Cámara de Diputados puede iniciar un procedimiento de juicio político en
    contra del presidente. Al igual que en los Estados Unidos, el Senado
    interpone el juicio, el cual  requiere de dos tercios de los votos para
    la censura).

    “El bastón de mando presidencial,  en este escenario, pasaría al
    vicepresidente Federico Franco, quien sería constitucionalmente obligado
    a llamar a las elecciones en 90 días para la vicepresidencia. Dado el
    colapso institucional y el fratricidio político que reina ahora en el
    Partido Colorado, Oviedo sería el principal candidato, obvio.

    “Mientras tanto, Duarte, que ha recuperado su escaño en el Senado a
    través de una maniobra en la Corte Suprema, asumiría la presidencia del
    Senado y se convertiría en el número tres en la línea de sucesión a la
    Presidencia. El liberal Franco sería el Presidente, pero Oviedo y Duarte
    controlan el Congreso  y los tribunales.“¿Descabellada? Tal vez. Pero no del todo incierto en la política de Paraguay”.

    En otra parte del documento de la representación diplomática,
    califica al entonces vicepresidente Federico Franco: ”Franco es conocido
    por ser un político de la vieja escuela del Partido Liberal, con un ego
    de gran tamaño y una personalidad difícil.

    Además, el Congreso no puede votar para destituir a Lugo, sin al
    menos tener motivos superficiales políticos o jurídicos. Lugo ha estado
    en el cargo sólo siete meses y la situación no está madura para un
    juicio de destitución.

    En su lugar, a pesar de rumores acerca del afable estilo de liderazgo
    de Lugo y su incapacidad para establecer una agenda nacional, el apoyo
    público al gobierno de Lugo sigue siendo alto”.

    Así concluye el texto enviado al Departamento de Estado.
     

  2. Felicitaciones al Editoriual Paraguayo que expresa con claridad y valentia lo que la gran mayoria de los Latinoamericanos pensamos , no solo del suceso paraguayo , sino tambien de lo que pensamos del inefable Chavez y sus esbirros que ahora firman `por la Unasur, otra ridicules del gorila Venezolano al igual que su ¨ALBA¨, que solo sirve para adularlo y atacar a todo el que no comparta sus ideas.
    Felicitaciones nuevamente por exponer lo que la gran mayoria pensamos .

    Paciencia que ya se les esta acabando el tiempo

  3.  Cable de Wikileaks anticipa lo sucedido con presidente Lugo
    En 2009 la Embajada de Estados Unidos en
    Asunción emitió un informe referente a la situación política de ese
    país. A continuación un extracto de lo que dice la misiva:

    “ RESUMEN: Persisten los rumores de que
    el  desacreditado general y  líder del partido Unace, Lino Oviedo, y el
    ex presidente Nicanor Duarte Frutos  ahora están trabajando juntos para
    asumir el poder a través de  medios legales, en caso de que  el
    presidente Lugo caiga en los meses venideros.

    “Su objetivo: aprovechar cualquier
    medida errónea de Lugo para romper el estancamiento político en el
    Congreso, el juicio político de Lugo, asegura su supremacía política
    propia (la de Duarte y Oviedo). Mientras que muchos predijeron
    chanchullos políticos en marzo, durante las tradicionales  protestas en
    la temporada de  apertura de sesiones del Congreso, poco ha afectado a
    Lugo (en gran parte porque ha sido cuidadoso en no proporcionar la
    cuerda política o jurídica para un juicio político, privando así a
    Oviedo y Duarte los números en el Congreso para su supuesto “golpe de
    Estado democrático”)”.

    Luego de esta introducción continúa con
    un análisis de la situación de los políticos que, según el escrito,
    estarían detrás de un complot contra Lugo. El apartado se titula “Un
    plan descabellado”.

    “Duarte y el objetivo común de Oviedo:
    Encontrar una causa ‘célebre’ para  liderar el cambiar de la política
    actual,  romper con el estancamiento político en el Congreso, iniciar un
    juicio político de Lugo y recuperar su relevancia política.

    Para Oviedo el escenario ideal consiste
    en enjuiciar políticamente a Lugo, aún con motivos espurios. (Con una
    votación de dos tercios, la Cámara de Diputados puede iniciar un
    procedimiento de juicio político en contra del presidente. Al igual que
    en los Estados Unidos, el Senado interpone el juicio, el cual  requiere
    de dos tercios de los votos para la censura).

    “El bastón de mando presidencial,  en
    este escenario, pasaría al vicepresidente Federico Franco, quien sería
    constitucionalmente obligado a llamar a las elecciones en 90 días para
    la vicepresidencia. Dado el colapso institucional y el fratricidio
    político que reina ahora en el Partido Colorado, Oviedo sería el
    principal candidato, obvio.

    “Mientras tanto, Duarte, que ha
    recuperado su escaño en el Senado a través de una maniobra en la Corte
    Suprema, asumiría la presidencia del Senado y se convertiría en el
    número tres en la línea de sucesión a la Presidencia. El liberal Franco
    sería el Presidente, pero Oviedo y Duarte controlan el Congreso  y los
    tribunales.

    “¿Descabellada? Tal vez. Pero no del todo incierto en la política de Paraguay”.

    En otra parte del documento de la
    representación diplomática, califica al entonces vicepresidente Federico
    Franco: ”Franco es conocido por ser un político de la vieja escuela del
    Partido Liberal, con un ego de gran tamaño y una personalidad difícil.

    Además, el Congreso no puede votar para
    destituir a Lugo, sin al menos tener motivos superficiales políticos o
    jurídicos. Lugo ha estado en el cargo sólo siete meses y la situación no
    está madura para un juicio de destitución.

    En su lugar, a pesar de rumores acerca
    del afable estilo de liderazgo de Lugo y su incapacidad para establecer
    una agenda nacional, el apoyo público al gobierno de Lugo sigue siendo
    alto”

  4. ¿Lo leyeron «robolucionarios»?, entonces, ¡a callar carajo!, los paraguayos deciden y nostros debemos respetar, los problemas del Paraguay los resuelven los paraguayos y nadie, excepto ellos, deben opinar.

    Cierren la boca, y así como los trolls exponen los cables filtrados en Wikileaks que les son favorables deberían publicar aquellos que acusan a Narquiño de ser emisario de Chávez y las FARC para la campaña de Correa, ahí si están calladitos, falsarios.

  5. Salgamos de la CIDH, la OEA, la ONU,  dejemos que los sirios resuelvan sus problemas, que los libios resuelvan los suyos, que los colombianos resuelvan los suyos, el mundo no funciona asi ignorante. Lo tuyo no es mas que verborrea de golpistas achechando la oportunidad de hacerlo en el Ecuador para volver al atraco del erario nacional, entregar los recursos naturales a las transnacionales que sostienen estos pasquines golpistas a cambio de unos milloncitos al ministro golpista de turno, etc, etc. Por favor es increible que existan indivuduos con dos dedos de frente que puede ver algo de legalidad en lo sucedido en el Paraguay. La estupidez no tiene limite definitivamente.

Los comentarios están cerrados.