Estatizando los burós

Por Vicente Albornoz
Quito, Ecuador

Los burós de crédito son, en la práctica, unos recolectores y sistematizadores de la información de crédito de todos los que de alguna manera tienen relación con préstamos, pagos a plazos, compras con cuotas, etc. Los burós entregan esa información a potenciales prestamistas para que decidan si esas personas son sujetos de su crédito. Hoy, se quiere estatizar ese trabajo.

Es como que el Gobierno, convencido que es “bueno, bueno y bondadoso”, ha encontrado otra área en la cual puede distribuir esa infinita bondad: la información crediticia. Y una ley que se está tratando en la Asamblea convertiría en realidad esa “desesperación por expandir lo estatal”.

En muchos países del mundo existen burós de crédito. Su trabajo es recolectar toda la información imaginable sobre la capacidad de pago de las personas y las empresas. Normalmente, tiene datos que les suministran los bancos, las cooperativas de ahorro, las mutualistas, las emisoras de tarjetas de crédito, los almacenes que venden a crédito, las empresas de celulares (porque los teléfonos se compran a plazos) y cualquiera que haga cobros regulares que extingan una obligación.

Esa información es bastante útil para predecir cómo va a pagar alguien una deuda futura. Por eso, cuando una persona solicita un crédito o quiere comprar algo a plazos, el banco o el almacén suelen pedir información a un buró de crédito.

En general, esa información es positiva porque la gran mayoría de las personas pagan puntualmente sus deudas, pero también habrá casos en los que es negativa. Cuando la información es negativa, el crédito no se concede o se hace a plazos más cortos o con más garantías.

Como se ha visto, los burós tienen una enorme cantidad de información que están obligados a mantener en reserva y que solo la pueden entregar si el respectivo sujeto autoriza su entrega.

En otras palabras, solo si usted lo autoriza expresamente, el buró puede entregar su información crediticia. Hasta donde yo conozco, los burós cumplen estrictamente esa obligación.

Hoy, en su pasión estatizadora, llevando hasta las últimas consecuencias eso del “rol protagónico del Estado”, los ciudadano-revolucionarios quieren que el trabajo de los burós pase a una oficina del gobierno y que desaparezcan los burós privados.

Y en una actitud que podría resumirse en “por qué dejar que el sector privado haga algo, si el Gobierno lo puede hacer”, pasarían a controlar una enorme cantidad de información de todos los ciudadanos que en algún momento hemos tenido contacto con préstamos o pago a plazos.

Están estatizando su información.

Pero esa información es un tema para negocios entre privados (usted y el banco) y no es un tema que tenga que ver con el Estado. No tiene sentido estatizarla.

* El texto de Vicente Albornoz ha sido publicado originalmente en El Comercio.

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2 Comments

  1. YA PUES VICHI, POR MAS QUE SIGAS DANDO TUS BURDAS OPINIONES, LOS ECUATORIANOS SABEMOS DE QUE PATA COGEAS, YA NO PUEDES CONVENCER CON TUS MENTIRAS A TODOS LOS ECUATORIANOS

  2. El sentido de estatizar ese manejo de información será con el fin de cruzar la informacón de pagos x deudas y los ingresos declarados…. otra forma de extorción para sacarnos hasta el ultimo centavo..

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