Por qué temen a la prensa libre

Editorial del diario ABC Color
Asunción, Paraguay

El conocido y tantas veces reiterado temor que los dictadores, los autoritarios de cualquier signo ideológico y sus agentes partidarios muestran frente a la libertad de expresión y a los medios de prensa independientes tiene motivos conocidos que están profundamente insertos en su oscura y retorcida mente.

Su problema radica en que esta libertad y las instituciones que la hacen posible son las que permiten a las personas dejar escapar de su interior el anhelo principal de todo ser humano en uso de la razón: el de expresar sus pensamientos, sus aprensiones, sus expectativas, los logros y fracasos que las afectan.

Los seres humanos, sea individual o grupalmente, no pueden existir como simples espectadores silenciosos del devenir de su mundo, sino que sienten la necesidad imperiosa de darse a conocer como integrantes de la sociedad, como partícipes de ella. Requieren sentirse miembros plenos y vivos de su colectividad local o nacional y, además, por supuesto, que los demás los identifiquen y reconozcan como tales.

Si las circunstancias les obligan a permanecer mudos, amordazados, sin poder expresar sus pensamientos y emociones, se producen en esas personas desequilibrios que las aplastan por la inseguridad y el miedo. Una sociedad compuesta por personas de estas características es la que siempre las tiranías y dictaduras buscaron crear, pues les hace fácil el trabajo de sometimiento y opresión.

Pero con la vigencia de la libertad de expresión, con la acción eficiente del periodismo y de los medios independientes de comunicación masiva, la inmovilización social por la vía del silencio impuesto y el temor ya no le es tan fácil ni le sale tan barato al dictador.

Hay varios tipos de prensa, pero la única que realmente les atormenta y a la que atacan los totalitarismos es a la prensa independiente, esa que les da cabida a los adversarios políticos del Gobierno. Por supuesto, la prensa oficialista goza de todas las prerrogativas; no sufre apremios económicos porque es subsidiada con dinero de los contribuyentes por el régimen político hegemónico que administra el Estado.

Los regímenes autoritarios, además, suelen contar con la prensa que pertenece a su partido político o línea ideológica de apoyo, como sucedía aquí, en tiempos del stronismo, y sucede aún en Cuba bajo el castrismo. La prensa partidaria oficialista también recibe financiación estatal, sea por medio de las publicaciones oficiales pagadas, como edictos, notificaciones, comunicados, convocatorias, etc., o mediante exoneraciones tributarias especiales y de muchas otras maneras. Se recuerda todavía al diario colorado-stronista “Patria”, para solventar el cual la dictadura descontaba una suscripción automática a todos los funcionarios públicos, que en la mayoría de los casos ni siquiera recibía el ejemplar por el que pagaba.

Por eso es necesario distinguir: los autoritarios no odian a la prensa en tanto instrumento de comunicación masiva; solo odian a la prensa libre. La prensa que es de ellos, la oficial, la subvencionada con fondos públicos, la que cuenta u oculta lo que se les ordena; esos medios son sostenidos contra viento y marea, aunque no vendan un ejemplar a nadie ni tengan un solo oyente o televidente. Para ellos, esa es la prensa que merece el título y el derecho a existir. Es la prensa “veraz”, “objetiva”, no la “desinformadora”, “mentirosa”, la prensa “ijapúva”.

Fuera de ellas, frente y contra de ellas estuvo siempre la prensa propiamente dicha, la prensa independiente de los poderes políticos cualesquiera sean ellos, la que es siempre tan odiada por los dictadores y los aprendices de tales, por los mafiosos, los terroristas, los narcotraficantes y otros grupos organizados para la delincuencia o la violencia social.

Son los medios y periodistas de esta clase de prensa los que constituyen un difícil obstáculo, la piedra en el zapato de todo gobernante que quiera imponer su voluntad por la fuerza. Es comprensible que la odien. Esta prensa independiente tiene una condición muy favorable de la que los medios oficiales y oficialistas carecen: es sostenida económicamente por los centenares de miles de lectores, oyentes o espectadores que la escogen voluntariamente. En ese libre cambio entre medios y sociedad, si funciona como debe, ningún régimen ni partido ni caudillo puede meter las manos para imponer nada. Las personas usan sus manos para elegir el canal o para hojear las páginas que se les antojen, no deben pedir permiso ni rendir cuentas por ello.

Esta libertad esencial del ciudadano de poder comprar otro diario, de cambiar de dial o de canal, es lo que tiene locos a los autoritarios. Es lo que los lleva a tomar medidas restrictivas, como las leyes “regulatorias”, la confiscación de espacios, ejemplo brillante de lo cual son las “cadenas oficiales” tipo dictadura stronista, tan conocidas por los paraguayos, que actualmente utilizan cada vez con mayor frecuencia y tiempo autoritarios de rancia prosapia como Hugo Chávez y Cristina Kirchner. Pero, para sus objetivos, tienen razón, pues ¿quién les va a escuchar sus largas, tediosas y siempre tendenciosas alocuciones si tiene alguna otra alternativa de radio o canal de TV?

La prensa, cuando es libre e independiente, no impone ni puede imponer nada. En ella están representados los que están de acuerdo y los que no están de acuerdo con el gobierno. Los que reciben beneficios y aquellos que no. Los que viven bien y los que viven mal. Por eso la libre expresión es insoportable para quienes entienden la política como el manejo arbitrario del poder sobre sociedades a las que vuelven dóciles y pasivas, sin opinión y sin coraje a fuerza de represión violenta.

La defensa y protección de la libertad de expresión y de prensa es esencial a las sociedades que pretenden mantenerse fuertes ante la voluntad dominadora de los autoritarios e inescrupulosos de cualquier índole. Cada miembro de la sociedad libre debe mantener siempre presente en su conciencia que, luego de que le priven de su derecho de escoger qué quiere leer, escuchar o ver, todos sus demás derechos irán siendo conculcados uno tras otro, inevitablemente.

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8 Comments

  1. NO ES TEMOR A LA PRENSA LIBRE, ES TEMOR A LA PRENSA MENTIROSA COMO UDS. QUE FABRICAN NOTICIAS PARA CAUSAR SENSACIONALISMO. SE TEME AL GRUPO MURDOCH, Y SUS LACAYOS.

    • Es el TERROR a que les publiquen investigaciones como la que descurbrio la ILEGALIDAD de los contratos millonarios de su hermanito, ni mas ni menos, es el temor a que el pueblo se entere de sus TRAPACERIAS.

  2. Es claro que los dictadores, de cualquier color, rechazan a los medios que no está alineados con su pensamiento y que no disfrazan sus acciones, por eso le llaman mentirosa, «cloaca con antenas», o rompen en público ejemplares de medios impresos, siguen juicios para amedrentar a editorialistas, dueños de medios, etc.

    El motivo es obvio, los medios que no viven de la dádiva del estado no tienen la obligación, como tienen los medios estatales, de callar las impudicias del poder, algo que es llamado «sensacionalismo». ¿Es sensacionalismo denunciar los contratos dados a dedo al hermano del presidente? ¿Es sensacionalismo cuestionar préstamos otorgados con altos intereses y que son garantizados con nuestra mayor fuente de ingresos? ¿Es sensacionalismo exigir que un violador de menores de edad sea capturado? Por ningún lado, es simplemente exponer los hechos para que la gente que lee los medios haga su opinión, y eso es lo que les molesta, que la gente tenga su propia opinión, que su criterio no esté dirigido por el pensamiento de la prensa oficial.

    Lo que añoran es que los medios sean como los medios cubanos, que ocultan la terrible realidad de la vida de esa gente. Recuerdo una denuncia que se hizo en Twitter, decía una tuitera cubana que Granma publicó a grandes titulares la epidemia de hanta virus que hubo en algún estado norteamericano, burlándose de paso del sistema sanitario de ese pais, mientras que la misma prensa no decía nada de la epidemia de cólera que azotaba la isla causando mas de 100 afectados, y hacía notar también que tal enfermedad se consideraba erradicada de Cuba desde inicios del siglo XX. Eso es lo que quieren los seguidores de estos gobiernos «revolucionarios» que los medios agachen la cabeza al omnímodo líder, tal como ellos lo hacen por un mendrugo de pan o por las migajas que caen de la mesa de su poderoso regente.

    Mas, la esperanza está aún ahí, mientras hayan medios que no se somentan al gobierno, mientras hayamos personas que pensemos por nosotros mismos, mientras mantengamos en alto el estandarte de la libertad individual como valor para nuestro crecimiento, aún podremos combatir a quienes desean imponernos su verdad por encima de nuestros propios y legítimos intereses.

    Recordemos las palabras, textuales, del presidente, que buscaba la Ley de Comunicación para «sancionanar a los medios no solamente porque publiquen las cosas malas, sino porque no publiquen las cosas buenas» o sea, publica lo que a mi me interesa.

    Ataque troll en 3, 2, 1…

    • Que amargado es este PROFE hbla y defiende su libertad de expresión, solo de el y sus amos,PROFE acaso no te acuerdas como Carlitos Vera, Espinoza de los Monteros, Jijon, Cortez, Oquendo ellos no quiesieron hablar con otros medios eso llamas libertad de expresión? y con tu esperanza que haya medios que no se someten al gobierno pero si medios «libres e independientes»·que se someten a los banqueros y oligarcas ahí hay libertad de expresión.
      PREFO MAS CLARO ERES HIPÓCRITA Y MENTIROSO COMO TUS AMOS

      • QUE CINISMO, con que cara tilda este sr. de ¨amargado¨ o de que obedece a sus ämos¨?, Con que cara se atreve a decir que esos señores periodistas no quisieron hablar con otros medios? no eso acaso «libertad», que es justamente lo que no tienen los chupamedias del regimen, porque si no dicen lo que les ordenan los pasan a la «prensa corrupta», opierden sus «beneficios»
        Además su sinónimo de ¨libertad¨ es someterse al gobierno ,como claramente lo da a entender.
        Porqué no se preocupa de la NARCOVALIJA o del CHUKY SEVEN, o las avionetas con droga o todas las metidas de pata de nuestra política internacional, o el apoyo estatal a regimenes dictatoriales y criminales con sus pueblos, como los nuevos amigos (apestados internacionalmente) de Siria, Iran, o como lo fue Gadafi , a quien apoyaron hasta el final, o los asesinos narcoterroristas de las Farc, a quienes los tildan solo de BELIGERANTES,sin que podamos entender porque? .
        Verdaderamente y como Ud. mismo lo dice, no séa HIPOCRITA Y MENTIROSO COMO SU AMO.
        No le cáe exacta su propia frase?

  3. PRECISAMENTE PORQUE ESA PRENSA NO ES LIBRE….ES PRENSA VENDIDA A GRUPOS DE PODER , DE INTERESES…ES PRENSA «CORRUPTA»…ATENTO PUEBLO PARAGUAYO, ESTOS FARZANTES DE LA «PRENSA LIBRE E INDEPENDIENTE» TE ESTAN LAVANDO EL CEREBRO CON TERGIVERSACIONES Y MENTIRAS, NO DEFIENDEN NI LA LIBERTAD DE EXPRESION NI LOS DERECHOS HUMANOS…SOLO DEFIENDEN SUS INTERESES Y LOS INTERESES DE SU GRUPO DE PODER, NO INFORMAN LA VERDAD ,SOLO INFORMAN LO QUE LES CONVIENE A ELLOS, ACA EN ECUADOR SE LES HA PUESTO UN HASTA AQUI Y HAN SIDO DESCUBIRTOS GRANDES NEGOCIADOS DETRAS DE ESTOS GRUPOS DE PODER CAMUFLADOS COMO «PRENSA LIBRE E INDEPENDIENTE»..Y HAN SIDO DESCUBIERTO PERIODISTAS INFORMANTES Y RECADEROS DE EMBAJADAS EXTRANJERAS…CON INTENCIONES DE VENDER EL PAIS…NO TE ENGAÑES NI DEJES QUE TE ENGAÑEN, ESTOS FARZANTES SON ENEMIGOS DEL PUEBLO….ALERTA!

  4. Esto le va a encantar a la SERVIDUMBRE de los alvarado, palabras del «lider sabio y sheno de amor» (correa sic):

    » Lo primero que hacen los dictadores es acabar con la libertad de Prensa, ESTABLECER la CENSURA, no hay duda de que la LIBERTAD de PRENSA ES EL PRIMER ENEMIGO de la DICTADURA»

    Por supuesto, esto lo dijo cuando todavia no se declaraba DICTADOR.

    Saben de lo que hablan, por eso, las ordenes de castro para los antropomorfos que nos gobiernan es la de acabar con la Libertad de Prensa.

    http://www.youtube.com/watch?v=N_V7M6C6UzM

  5. La prensa independiente, la que es siempre tan odiada por los dictadores y los aprendices de tales, por los mafiosos, los terroristas, los narcotraficantes y otros grupos organizados para la delincuencia o la violencia social; el «economista», que se chante el guante.
    Cualquier parecido con nuestras coincidencias; es pura realidad,

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