Esperanza latina

Por Martín Santiváñez Vivanco
Pamplona, España

Latinoamérica pierde a uno de sus mejores apoyos en la política española con el retiro de Esperanza Aguirre. Durante años, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido la gran aliada de la causa de la libertad en la región. Conoce de primera mano la compleja situación política de los diversos regímenes latinos y siempre ha tenido la valentía de fomentar una postura favorable al gobierno abierto y solidario.

Esperanza Aguirre no sólo es un referente liberal en España. También lo es en tierra latina. Su liderazgo sincero y valiente ha salido en defensa de la democracia y el Estado de Derecho en numerosas ocasiones, tendiendo puentes, denunciando injusticias y recordando una y otra vez a la clase política de su país que Latinoamérica es y seguirá siendo durante mucho tiempo una región estratégica para los intereses globales del reino español.

Lo mismo hizo con los inmigrantes a lo largo de su mandato en la Comunidad de Madrid. Bajo su presidencia, la región se consolidó como una auténtica sociedad abierta, en la que personas de todos los continentes han contribuido a crear riqueza y fomentar el desarrollo. De esta forma, los nuevos madrileños, y muy especialmente los latinoamericanos, han encontrado en la presidenta Aguirre a una estadista capaz de reconocer el enorme talento latino promoviendo la capacidad de trabajo de nuestra gente para salir adelante y tratando a la comunidad latina como lo que realmente es: un motor esencial del cambio madrileño, una columna del desarrollo español.

La comunidad de valores que nos une por encima de los pasaportes ha permitido no sólo que los nuevos madrileños se integren perfectamente en España. También ha conseguido que juntos, españoles y latinos, forjen una síntesis viviente de culturas, una síntesis que enriquece a la sociedad española porque la hace más plural, más solidaria y más libre.

A todo esto ha contribuido con mente abierta, espíritu dialogante y capacidad de gestión la presidenta Esperanza Aguirre, una mujer de corazón latino. Por eso, porque en dónde otros ven amenazas y problemas ella supo identificar posibilidades y retos, los latinos hemos de estar agradecidos a su liderazgo y comprometidos con su herencia. Una herencia que sus sucesores sabrán valorar, teniendo en cuenta que, aunque la presidenta Aguirre ceda voluntariamente la potestas, mantiene intacta su auctoritas, una autoridad que nace del conocimiento de Latinoamérica y de todo lo grande y bueno que los latinos pueden y quieren dar a este país. Gracias Esperanza Aguirre por confiar en Latinoamérica y en la comunidad latina. Gracias y hasta pronto, porque liderazgos como el tuyo, tarde o temprano, merecen regresar.

* Martín Santiváñez es periodista peruano. Su texto fue publicado originalmente en el diario español El Mundo.

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