El otro, otro Guttenberg

Vicente Albornoz Guarderas
Quito, Ecuador

En todo el mundo hay pillos. Sólo que en los países civilizados se los castiga, mientras que acá andan felices por ahí.

Hace dos años la política alemana se estremeció por el escándalo del plagio de una tesis doctoral, la de Karl-Theodor zu Guttenberg que, al momento del escándalo, era el ministro de Defensa. El escándalo fue mayúsculo y él fue doblemente castigado: la Universidad de Bayreuth anuló su título y la opinión pública alemana le dio la espalda de tal manera que el político de 40 años renunció al Ministerio y desapareció de la escena política.

Guttenberg, que no está relacionado con Johannes Gutenberg, el inventor de la imprenta, y menos aún con el abogado guayaquileño Gutemberg Vera (nótese la diferente ortografía de los tres nombres), era un político con una brillante carrera frente a él. Es descendiente de una familia noble de Baviera conocida por su compromiso con las ciencias, las artes y la democracia. Un tío suyo fue incluso ejecutado por los Nazis por apoyar a la resistencia.

En 1999 se graduó de abogado y poco después empezó su ascendente carrera política. En el 2002 fue electo diputado del Parlamento alemán por el Partido Social Cristiano y a inicios del 2009 fue nombrado Ministro de Economía. Ese cargo le dio una notable exposición en los medios de comunicación que él supo aprovechar muy bien.

Un político carismático, dispuesto a involucrarse en temas complejos, que no rehuía a las controversias y dispuesto a defender posiciones claras, se fue convirtiendo poco a poco en el mimado de los medios. A fines del mismo 2009 pasó a ser Ministro de Defensa. En el año 2007, en la Universi dad de Bayreuth, él había presentado una tesis sobre derecho constitucional con la que obtuvo el título de doctor, pero sólo tres años más tarde empezaron a aparecer críticas sobre inexplicables similitudes de la tesis con otras publicaciones.

El escándalo fue creciendo, al igual que el número de párrafos que, sin citar una fuente, eran idénticos a otras publicaciones. Incluso se creó una página web en la que muchas personas trabajaron anónimamente encontrando más y más similitudes. Según la información más reciente de esa página (guttenplag.wikia.com), en la tesis hay 1 218 plagios de 135 diferentes fuentes. Los textos plagiados estarían en 371 de las 393 páginas de la tesis.

Los medios de comunicación escritos pasaron de mimar a Guttenberg a convertirse en sus más duros críticos, entre otras cosas porque también había plagiado artículos de prensa. La presión de la opinión pública fue creciendo y en marzo del 2011, cuando la universidad anuló su título, Guttenberg renunció y unos meses después tuvo que pagar una multa de € 20 000.

Desde esa fecha desapareció de la vista del público y hoy es virtualmente imposible que se atreva a regresar a la política. Eso es civilización.

* El texto de Vicente Albornoz ha sido publicado originalmente en el diario El Comercio.

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6 Comments

  1. En el Ecuador es todo lo contrario, a pesar de que Delgado confeso el engano, no se lo apreso, se fue campante a Miami y disfrutando de buena vida. Pero si es un opositor al gobierno, lo traen como sea al pais, caso Balda como ejemplo.

    • NO LEES LOS PERIODICOS??

      La canciller de Alemania, Angela Merkel, declaró su «absoluta confianza»
      en su ministra de Educación y Ciencia, Annette Schavan, quien fue
      despojada de su doctorado por acusaciones de plagio.

  2. No existe la comparacion de los politicos alemanes con los nuestros de ALIANZA PAIS,alla son castigados, aca son agasajados y defendidos por el MITOMANO,que mete sus manos al fuego por sus sucios familiares y ministros.QUE ENVIDIA

  3. La canciller de Alemania, Angela Merkel, declaró su «absoluta confianza»
    en su ministra de Educación y Ciencia, Annette Schavan, quien fue
    despojada de su doctorado por acusaciones de plagio.

  4. La podedumbre que rebosa de la cloaca cerebral de Vicente Albornoz, le obstruye pensar en el beneficio de todos los ecuatorianos.
    Claro que en todo el mundo hay pillos pero principalmente en el grupo de amigos y patrones de Vicente Albornoz, que es la persona menos indicada para hablar de moral.

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