¿Integrados pero yihadistas?

Fernando Reinares
Madrid, España

Según distintos testimonios de personas con quienes han tenido relación, los hermanos Tamerlán y Dzhokhar Tsarnaev, de origen checheno pero residentes en Estados Unidos desde hace una década, tenían actitudes y conductas que apenas se distinguían de las de tantos otros jóvenes norteamericanos de su misma edad, 26 y 19 años respectivamente. El mayor de ellos, Tamerlán, que contaba con unos 15 años cuando su familia se afincó en Massachusetts, procedente de Daguestán, se consideraba a sí mismo un musulmán devoto, expresaba sus sentimientos antirrusos y favorables a la independencia de Chechenia, estudió ingeniería, disfrutaba del rap y practicaba el boxeo. En el instituto donde cursó estudios recuerdan al menor de los dos, Dzhokhar, como un chico estadounidense normal, brillante como alumno y popular, que participaba activamente en la vida escolar, dentro de la cual destacaba como miembro del equipo de lucha, antes de iniciar sus actuales estudios universitarios.

Hace aproximadamente unos cinco años, Tamerlán empezó a lamentarse de no entender a los norteamericanos ni contar con amigos entre ellos. En los últimos meses, su canal de YouTube denotaba interés tanto por contenidos religiosos de orientación radical como por actividades terroristas. Hacia inicios de este año, por su parte, Dzhokhar, que acudía a una mezquita próxima a su domicilio, decidió abandonar el deporte de la lucha, mientras dejaba constancia de inquietudes similares a las de su hermano en una red social rusa. Ignoramos las circunstancias familiares por las que venían atravesando y otras vicisitudes que ayudarían a entender los derroteros por los que acabaron conduciéndose. Pero una hipótesis plausible es que el mayor de los hermanos sufriera una acusada crisis de identidad, tras 11 años en Estados Unidos, cuyo efecto habría sido la adopción de una visión radicalizada del credo islámico y la transformación de sus afinidades nacionalistas en valores yihadistas. El menor, que lo admiraba profundamente, habría sucumbido a su influjo.

La transformación del nacionalismo checheno en parte de la yihad global es bien evidente en la propaganda que actualmente divulga el denominado Emirato del Cáucaso, la entidad que aglutina a los distintos grupos armados insurgentes existentes en las demarcaciones de dicha región que corresponden a la Federación Rusa. Pero no hay base, en estos momentos, para afirmar que los hermanos Tsarnaev, caso de ser quienes han perpetrado los atentados de Boston, habrían actuado de un modo independiente, respondiendo a la llamada que para llevar a cabo acciones de ese tipo reiteran líderes de Al Qaeda y otras organizaciones yihadistas, o en relación con mandos de alguna de estas. Mirando desde una perspectiva española los atentados terroristas de Boston y las características de sus presuntos autores, llama la atención que el pasado mes de agosto fuesen detenidos en nuestro país dos individuos, uno nacido en Chechenia y otro en Daguestán, presuntos integrantes de Al Qaeda.

* Fernando Reinares es investigador principal de Terrorismo Internacional en el Real Instituto Elcano y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos. Su texto ha sido publicado originalmente en el diario El País.

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