La relación con el Perú

Diario El Comercio
Quito, Ecuador

Un hecho lamentable se produjo la semana pasada. Un confuso incidente aún no suficientemente aclarado dio pie a un enfrentamiento físico entre el Embajador ecuatoriano, diplomático de carrera, por lo demás, y unas señoras, en un supermercado limeño.

Hay que dejar de lado el episodio puntual, evitar juicios de valor sin suficientes elementos y privilegiar lo de fondo: la importancia de una relación bilateral de calidad y amistad. Es imperativo que este suceso no empañe una relación que se ha mantenido cordial y en un tono de franca armonía entre dos países enfrentados en el pasado por diferencias en materia territorial.

Vale la pena que ambas cancillerías eviten que la diplomacia de los micrófonos prevalezca. Las declaraciones altisonantes y unas palabras a destiempo o malinterpretadas pueden llevar la relación a despeñaderos difíciles de remontar en corto plazo.

La firma de la paz supuso un momento distinto a años de disputas jalonadas de enfrentamientos militares y clima hostil. La paz dejó atrás las diferencias, más allá de cuestionamientos en los frentes internos de Ecuador y Perú, y desde entonces los presidentes se encuentran y se entienden.

Rafael Correa con Alan García y Ollanta Humala han trabajado en gabinetes binacionales de integración. La prosperidad de ambos pueblos aconseja hacer lo necesario para sostener una relación duradera y amistosa.

* Editorial de diario El Comercio, de Quito, publicado el 5 de mayo de 2013.

Más relacionadas