“Mama Prometea”

Aníbal Páez
Guayaquil, Ecuador

Escrita y dirigida por Cristian Avecillas, “Mama Prometea” expone el conflicto particular de una madre que tiene que afrontar sola la difícil realidad de un niño autista y la manera en que la sociedad le responde: Un padre que desaparece, un médico que retrasa su diagnóstico y vecinas que ambiguan sus opiniones sobre el pequeño, acentuando el dolor de su madre; estructuran el discurso de un espectáculo que, por su nombre, quiere aludir a la heroicidad del personaje mitológico que robó el fuego a los dioses para regalárselo a los hombres. Sin embargo, la analogía con el mito deviene frágil en cuanto la relación que podría enlazar ambas ficciones, se conecta únicamente con la acción heroica de sus personajes y no necesariamente con la primordial singularidad de Prometeo.

Hacer un unipersonal no es materia sencilla, más allá del trabajo actoral de Estefanía Solórzano, que hace uso de su potencial escénico para tratar de sostener la atención, ésta cae porque dilata el relato de los sucesos innecesariamente, ante la claridad de la situación. De esta manera,  la obra no alcanza a subvertir un ritmo que se impone  lento desde el inicio y que ata sus esperanzas a la atmósfera que pueda generar el discurso textual.

Pero como una obra teatral no es otra cosa que la suma de los diferentes textos del espectáculo, resiente el trabajo precisamente en la decisión de mantener la linealidad del ritmo a condición de no pervertir el tono del drama. Y aquí, desde mi punto de vista, radica el traspié –cuando no la opción libre y soberana- de éste talentoso y prometedor dramaturgo y poeta ecuatoriano, que entró al ruedo escénico hace ya un lustro con la feliz “funeraria travel”.

El respeto por el género, o, más aun, por el tema de la obra, da coherencia de sentido al espectáculo, pero encarna el riesgo de tornarse excesivo, sobre todo desde la premisa que una obra teatral es síntesis del drama de la vida pero en una convención temporal distinta al de ésta, donde en un minuto puede transcurrir una infancia.

La obra camina sobre sus piernas, expone una situación clara y frecuente, por lo que temáticamente es potente y oportuna;  tiene la suerte de tener una actriz de amplio registro y a un dramaturgo/poeta que juega con la palabra de modo grácil y eficaz. En términos literarios se suele decir que la metáfora es a la novela como la metonimia a la literatura dramática. Así que escénicamente, la síntesis, en su amplio sentido, terminará de darle la cohesión al espectáculo.

Mama Prometea estará en cartelera del 9 al 19 de mayo, de jueves a domingo, en la sala de la Asociación Humboldt en Quito.

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