El Distrito Metropolitano de Guayaquil

Luis Sánchez Calderón
Quito, Ecuador

Por las fiestas julianas he escuchado y leído argumentos de por qué Samborondón y Durán deberían anexarse a Guayaquil para formar un distrito metropolitano. Parece lógico, incluso algunas autoridades municipales de Guayaquil viven en el cantón Samborondón. Además, como ejemplo está Quito, que es un distrito metropolitano al cual pertenecen parroquias como Tumbaco, Pifo, Tababela, Guayllabamba, entre otras.

Ahora bien, es curioso que muchos de quienes proponen esto, proponen también la descentralización del poder de Quito. Si bien son casos diferentes, ir a realizar un trámite en Quito siendo de Guayaquil para nada será lo mismo que ir a realizar trámites en Guayaquil siendo de la Puntilla, sustancialmente tienen las mismas consecuencias.

¿Por qué es mala la centralización municipal? Veamos el caso de San Miguel de Los Bancos, un pequeño cantón localizado al Noroccidente de Pichincha, vecino a este cantón está la parroquia quiteña de Nanegalito. Junto con Nanegal, Gualea y Pacto, esta zona suma la misma cantidad de lugares turísticos, cubre más o menos la misma extensión territorial y tiene la misma cantidad de habitantes. Pero a quien le va mejor es a Los Bancos, tiene su propia administración, los trámites son más rápidos y los impuestos son significativamente menores. Adicionalmente, el cantón se promociona mucho mejor que todas las parroquias rurales de Quito juntas.

Desde luego hay muchas diferencias con el caso de Samborondón, pero veamos un ejemplo mucho más parecido: Tumbaco y el cantón Rumiñahui (Valle de los Chillos). Administrativamente, Rumiñahui está mejor que Tumbaco, los impuestos son relativamente menores, los trámites son más ágiles, tiene zonas públicas estéticamente mejores que Tumbaco. Como si no fuera poco, para alinearse con el buen vivir y el buen cobrar, Tumbaco ahora también tiene zonas azules, alrededor de la Universidad San Francisco de Quito. Los guayaquileños no han tenido tan malos alcaldes como los quiteños, quizá por eso no se han dado cuenta de las consecuencias de concentrar poder en un solo municipio que puede tener administraciones bastante incompetentes.

Me parece que antes del odioso capricho de algunos de vivir en un distrito metropolitano, existen más perjuicios que beneficios para los ahora ciudadanos de cantones independientes. Si es que es verdad que económicamente los habitantes de cantones pequeños dependen de los cantones grandes, no por eso deben pagar todos los impuestos al cantón grande; por la misma razón que alguien no puede estar obligado a invertir y vivir en el mismo barrio donde trabaja.

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