Carta a los accionistas de Chevron y campaña del gobierno de Ecuador

Gustavo Domínguez
Quito, Ecuador

El Directorio de Chevron ha publicado para sus accionistas una declaración en relación a los litigios con Ecuador, en la que se deja muy en claro la existencia de inquietudes y cuestionamientos planteados por muchos accionistas a la administración de dicha empresa. Situación que ha prendido la preocupación de los administradores de una forma que hasta ahora parece no haber logrado conseguir la defensa de los intereses de Ecuador.

Obviamente, la estructura del argumento explicado a los accionistas, se basa en insistir sobre la existencia de un esquema fraudulento y abusivo en los litigios desarrollados en Ecuador contra Chevron. A paso seguido, el comunicado cita algunas acciones que ha tomado la administración de Chevron en Cortes estadounidenses con el objetivo de demostrar las inconsistencias en los procesos judiciales seguidos en la respectiva Corte ecuatoriana que juzgó sobre las demandas de un grupo de particulares ecuatorianos contra dicha empresa.

“Por estas razones, y dado el gran interés en estos asuntos, concluye la declaración, Chevron se esfuerza por ser transparente en comunicar a sus accionistas y al público sus opiniones sobre el Ecuador y los litigios relacionados con la conducta de los abogados de los demandantes y sus partidarios.”

La administración de dicha empresa le miente una vez más a sus accionistas, y omite deliberadamente comentar sobre la costosísima campaña de descrédito contra el gobierno ecuatoriano y de perjuicio a trabajadores y pequeños empresarios que la administración ha emprendido. La declaración ignora informar que la empresa, como estrategia de defensa, comenzó a financiar y ejecutar desde hace un par de años atrás una campaña de agresión política y económica contra el gobierno y el pueblo de Ecuador. Excluye en su comunicado explicar a los accionistas que ni el gobierno es parte de dicho litigio, así como tampoco empresarios y trabajadores ecuatorianos; que la demanda ha sido interpuesta por un grupo de ciudadanos directamente perjudicados por los desperdicios tóxicos inexplicablemente no remediados, y cuyos efectos han sido letales para un importante grupo de seres humanos y  desastrosos para el medio ambiente.

No se comenta sobre las atrocidades ambientales que se tratan de ocultar con el claro objetivo de distraer la responsabilidad moral de la empresa, y que finalmente termina deformando y desprestigiando la responsabilidad corporativa, la ética, y el estilo de gobernanza de la petrolera.

Es justamente ahí donde el gobierno ecuatoriano debe fundamentar una base de la estructura de su estrategia de defensa; llenando ese vacío de información que la administración de Chevron deliberadamente oculta a sus accionistas.

Se debe pensar en hacer llegar a cada uno de los accionistas de Chevron una contundente explicación de la realidad de los hechos y del desastre en la región amazónica, que la administración de dicha empresa pretende ignorar con el simple objetivo de presentar una mejor valoración de las acciones, y de menospreciar la sugerencia de que la forma como se ha manejado el litigio con Ecuador ofrece una razón válida para los cambios a la administración en la multinacional.

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