La libertad indeseable

Víctor Cabezas

Víctor Cabezas
Quito, Ecuador

Pareciera como si la sola presenciade un ser humano fuese una evocación tácita al concepto de libertad. Esta palabra ha sido consagrada como un máximo referente para maximizar la figura del ser humano en plenitud y potencial; es una palabra que ha trascendido las barreras de lo referencial y se ha adaptado, a través de un discurso social, al “deber ser” del género humano.  Nombrarla es un acto de rebeldía,  añoranza, euforia y en casos, esperanza.

Un análisis histórico del ser humano, nos muestra unalucha constante por la libertad. Esta lucha ha tomado distintas formas pero siempre ha sido una muestra de insubordinación ante lo establecido, la libertad se torna una modalidad de cuestionamiento donde, al puro estilo kamikaze, las masas se rebelan y buscan nuevas condiciones promisorias de felicidad y estabilidad social.

Del perpetuo combate por la libertad han nacido las revoluciones que, dentro de la esfera de su legitimación por representar un “cambio”, han generado formas extremas de opresióndonde se utilizan la euforia masificada y el ánimo de libertad, para legitimar  ordenes autoritarios que se justifican en sus luchas pasadas y que terminan encasillando al individuo en el espacio silente e inobjetable que impone el aparato Estatal, el discurso social revolucionario y el miedo al pasado.

Preservar la libertad a nivel personal resulta incomodo y, en cierta medida, inviable. La libertad es más compleja de analizar cuando recae en como el individuo se ve frente al sistema, frente a lo establecido. ¿Qué tan libres somos para erigir nuestro destino? ¿Cuánto de lo mediático se ha incorporado en nuestra condición individual? En mi opinión, la libertad es una institución que se crea desde lo personal, es una institución de deconstrucción del Yo.

Cuando el ser humano decidió vivir en sociedad hizo un pacto de itinerancia tácito.  Nos vemos imposibilitados de vivir en libertad absoluta, transitamos alternativamente entre la opresión y el libre albedrio. Es muy difícil concebir la idea de una libertad consagrada en un pueblo que no la busca constantemente. Hoy en día en Ecuador existen sectores que se quejan por falta de libertades civiles y fruto de su querella resisten a través de la escritura, la prensa, la manifestación, el llamado, buscan su forma de maximizar su condición humana. Es ahí cuando pregunto; ¿Podríamos definir a la libertad como su perenne búsqueda? ¿Podemos concebir un concepto inmutable e inamovible de libertad

Siendo la muerte y la respiración una limitante tácita para la libertad,  ¿Cómo podemos medirla en sociedad? En caso de que una colectividad alcance la libertad ¿No se volvería presa de su inalterable concepción de libertad? ¿Es el alcance de la libertad una limitante a su propia esencia? Fiodor Dostoievski decía “Las cadenas son cadenas, pero igual dan seguridad”, sin ánimo de desmerecer discursos ni posiciones, el uso de la entelequia “libertad” como concepto unidimensional alcanzable y deseable es muy peligroso para la sociedad, quienes lo usan detentan otorgarnos la seguridad de haber alcanzado una libertad ilusoria que se niega a si misma al  ser invocada inequívocamente.

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