La verdad que no se ha dicho

María Fernanda Egas
Miami, Estados Unidos

El próximo 15 de junio Colombia decidirá si desea lograr la paz anhelada mediante la propuesta de Juan Manuel Santos de amnistiar a las FARC y a todo el narcoterrorismo, sin que pasen por el debido  proceso judicial y sin que entreguen todo su arsenal. Si el narcoterrorismo penetra en las funciones del Estado es muy probable que se inicie la vendetta contra la fuerza pública, tal como se diera en Argentina con la llegada de Néstor Kirchner, o como en Ecuador.

Luis Labraña, ex guerrillero Montonero y de las FAP, ha rechazado el encarcelamiento de los militares por el kirchnerismo y las indemnizaciones que reciben sus antiguos compañeros de armas en los 70’s. “Cuando comenzamos sabíamos que éramos un montón de muchachitos y nos preparamos para formar un ejército y nos queríamos tomar el Estado. Toda persona que mata a alguien es un criminal. Nosotros matamos y éramos buenos?” dijo en una entrevista en octubre del 2013 en el programa El Espejo. “Los jóvenes no están capacitados para participar en la política. Sos joven , sos ignorante,  te guste o no te guste, no sabes que es lo correcto y lo incorrecto.”

Labraña considera fue una guerra que no la ganaron ninguno de los dos bandos. “Esos civiles que se enriquecieron y gozaron del beneficio de esa guerra nunca les importó ni la guerrilla ni las FF.AA. porque el objetivo era la destrucción de las FF.AA. de la nación”. Ahora “no tenemos ni servicio militar obligatorio”, dice el ex montonero.

Considera fundamental la liberación de los presos políticos militares. “Eso no es justicia, es una venganza siniestra y se laceran todos los derechos humanos. Es la destrucción de las FF.AA.  Ellos no mataron 30 mil personas, porque eso lo pusimos nosotros en Holanda para lograr el subsidio para las Madres de la Plaza de Mayo” Y condena la indemnización con una pensión mensual de 6.000 pesos a presos políticos de la última dictadura militar.

Mariano Grondona también expone en “Casi mil militares presos sin condena: al enemigo ni justicia” (La Nación, octubre 2011) que los terroristas jamás fueron juzgados ni tampoco sus víctimas fueron reconocidas como tales. Néstor Kirchner a partir de 2003 ordenó mantener en la cárcel a más de mil militares, ellos sí bajo acusaciones de crímenes de lesa humanidad “así, ad infinitum… ¿son entonces actos de justicia o actos de venganza? ¿Son actos de justicia cuando cerca de 140 de ellos han muerto en la cárcel sin condena, por enfermedad o por vejez?

En Ecuador ya se dio el primer paso con la aprobación de la Ley de Víctimas a fines del 2013, de la cual resultarían beneficiarios ex guerrilleros de Alfaro Vive Carajo (AVC), Montoneras Patria Libre y otros, que se consideran víctimas de violaciones de derechos humanos y delitos de lesa humanidad  entre 1983 y 2008. La lista fue elaborada por la Comisión de la Verdad presidida por un hermano del fundador de AVC.

Esta ley beneficiaría a varios miembros de AVC que hoy son gobierno, cónyuges, parejas por unión de hecho y familiares hasta en segundo grado de consanguinidad; y ordenó la judicialización por graves violaciones de derechos humanos con  prisión  en contra de ex oficiales  de la  Policía y de las Fuerzas Armadas.

Así, la historia de Argentina estaría pronto a replicarse en Ecuador, dejando en el olvido los crímenes y delitos de los perpetradores, sus víctimas, secuestrados, degollados, asesinados, entre ellos valientes policías, abatidos en la lucha contra guerrilleros y cuyos historiales se encuentran detallados en el libro “Terrorismo y Subversión. La verdad que no se ha dicho”, publicado en el 2010 por la Comisión de Defensa Jurídico-Institucional de la Policía Nacional.

Está claro que para la Revolución Ciudadana carecen de significado las vidas del Capitán Galo Miño, abatido en el asalto al Banco de la Producción en 1986, el Capitán César Eduardo Zea, en junio de 1989, o Gustavo Ruales y Víctor Ramón Jiménez, detonados en la Embajada de Israel en agosto de 1982, o los tres policías asesinados a sangre fría durante el rescate de película de uno de los miembros de AVC por sus coidearios en el Hospital Eugenio Espejo en agosto de 1986.

A ellos y a tantos más que sirvieron a la patria y dieron su vida por nuestra seguridad, pretenden dejarlos en el olvido; y a los que tuvieron a su cargo el deber de responder ante sus ataques criminales, les darán cárcel.

Esa es la verdad que no se ha dicho.

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