Bolivia: aniversario sin república, independencia ni democracia

Carlos Sánchez Berzaín
Miami, Estados Unidos

Este 6 de Agosto, Bolivia ha conmemorado los 189 años de su declaración de independencia y nacimiento como república. Como paradoja, esto sucede en un momento de la historia en que por la naturaleza del régimen que la ha sometido, no es ni república ni es independiente.

Una república es la forma de gobierno electiva y popular caracterizada por la duración determinada de la representación o mandato, atribuciones limitadas y responsabilidades de todos sus órganos. Es la forma de «organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por el pueblo por un tiempo determinado». Una república es un estado organizado para no tener monarca o un individuo con poder absoluto, es lo opuesto a la monarquía, porque en la república el soberano es el pueblo.

La destrucción de la República en Bolivia comenzó con la liquidación de su institucionalidad constitucional, con la denominada «agenda de octubre» formalizada entre Evo Morales y Carlos Mesa al día siguiente del derrocamiento del presidente Sánchez de Lozada, el año 2003. Buscaban una «constituyente» y para eso usaron el sofisma de una reforma constitucional promulgada por Carlos Mesa el 20 de febrero de 2004. No se trataba de una reforma sino del mecanismo forzado para violar el Art. 230 de la Constitución, que sólo permitía la reforma parcial de la Carta Fundamental. Falsearon la Constitución y sin competencia alguna introdujeron la «reforma total» por medio de la figura de «asamblea constituyente».

El líder de las federaciones de productores de coca Evo Morales asumió la presidencia de la República de Bolivia el 22 de enero de 2006, con mandato fijo e improrrogable de cinco años, sin posibilidad de reelección inmediata. El 2 de julio de 2006 realizaron elecciones de 255 miembros de la Asamblea Constituyente, en base a la alteración constitucional que el mismo Evo Morales había producido en su alianza con Mesa en la falsificación constitucional del 2004.

La Asamblea Constituyente se instaló el 6 de agosto de 2006, con competencia limitada a un año, con la obligación de sesionar en Sucre (la Capital de la República) y aprobar un nuevo texto constitucional por dos tercios de votos de los miembros presentes (que Morales no había logrado obtener en la elección de constituyentes). La Asamblea desenvolvió sus actividades bajo permanente presión de grupos violentos movilizados y sostenidos por el Gobierno de Morales. El 3 de agosto de 2007 el Congreso con mayoría de Evo Morales en la Cámara de Diputados, y en acuerdo con Jorge Quiroga que controlaba el Senado, prologó las sesiones de la constituyente hasta el 14 de diciembre de 2007. Luego Morales produjo la «masacre de la Kalancha» contra el pueblo chuquisaqueño que protestaba contra la constituyente y trasladaron la asamblea a la ciudad de Oruro, desde donde remitieron un texto de proyecto constitucional.

En Congreso de 2007, Morales tenía mayoría y controlaba la Cámara de Diputados, pero en la Cámara de Senadores (de 27 miembros), 13 respondían a Jorge Quiroga y uno a Samuel Doria Medina; la oposición con 14 votos controlaba el Senado y podía impedir la suplantación Constitucional. Sin embargo negociaron la Ley 3941 promulgada por Morales el 21 de Octubre de 2008, e «interpretaron» el Art. 232 de la Constitución ya adulterada el 2004, estableciendo que: «CONCLUIDO EL PROCESO CONSTITUYENTE Y RECIBIDA LA PROPUESTA CONSTITUCIONAL, PARA SER SOMETIDA A CONSIDERACIÓN DEL PUEBLO SOBERANO, EL H. CONGRESO NACIONAL PODRÁ REALIZAR LOS AJUSTES NECESARIOS SOBRE LA BASE DE LA VOLUNTAD POPULAR Y DEL INTERÉS NACIONAL, POR LEY ESPECIAL DE CONGRESO aprobada por dos tercios de votos de sus miembros presentes»!!!!

De esta manera, no fue ni siquiera la ilegal Constituyente, sino una «comisión secreta» (confesada luego por sus componentes) y el Congreso Ordinario quienes asumieron el contenido de la constitución que liquida la República de Bolivia y que crea el Estado Plurinacional. Texto de igual contenido político a las constituciones de Chávez en Venezuela, de Correa en Ecuador, y la reforma de Ortega en Nicaragua, redactada por los mismos «académicos» de Valencia (Viciano y otros), contratados por Chávez y Castro.

Así suplantaron la Constitución de la República de Bolivia y crearon su pseudolegalidad -que no es lícita ni legítima- para consolidar la dictadura de Evo Morales en Bolivia, subordinada al proyecto transnacional del Socialismo del siglo XXI. Seis años después, Morales tiene montado el fraude para ser re-reelecto por tercera vez y en el 189 aniversario de Bolivia no hay República, ni independencia, ni democracia.

*Abogado y politólogo. Es director del Interamerican Institute for Democracy

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