Star Wars: clones y (des)dolarización

Fabián Pozo Neira
Cuenca, Ecuador

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”

Star Wars, la serie de películas escritas por George Lucas, es una joya del cine moderno. Muestra una historia dialéctica entre el bien y el mal, la democracia y el autoritarismo, la pureza y la impureza, la razón y los sentimientos, que gira en torno al concepto de “La Fuerza”, energía que lo mueve todo.

Los caballeros “Jedi” utilizan el poder de “La Fuerza” basados en la lógica y la sabiduría comprendiendo que su uso discrecional lleva al “lado oscuro”, lleno de arbitrariedad y pasiones, cuya camino siguen los malvados “Sith”. Los personajes cambian, evolucionan, y responden a diferentes razonamientos y pasiones analizando la naturaleza humana, que tiene un poco de bien y un poco de mal, un poco de razón y un poco de pasión.

Capítulo aparte constituye el trasfondo político de las películas, que muestran cómo la democracia galáctica es destruida “desde adentro” al renunciar a la independencia de poderes a cambio de una prometida seguridad.

Los poderes republicanos se abdican a favor del canciller Palpatine, un hábil político que sin embargo resulta ser el malvado Lord Oscuro “Darth Sidious”, que había orquestado un plan para tomar el poder de la República infiltrándose en el Sistema Democrático, en lugar de emplear una revolución armada como antiguamente habían hecho otros “Sith”.

Así, el Canciller desacredita a la República y a la Democracia desde sí misma, controlando a los Senadores, confrontando a los habitantes e incrementando la inseguridad y los conflictos, para finalmente instaurar el Imperio Galáctico prometiendo seguridad y cambio con decisiones centralizadas (cualquier parecido con la realidad, es coincidencia).

El Episodio II, “El Ataque de los Clones”, marca el inicio del fin de la República. En ésta, los seguidores del Lado Oscuro crean un ejército de clones a fin de eliminar a los Jedi. Los clones tienen las mismas habilidades de los mejores guerreros, pero han sido genéticamente modificados para que no tengan voluntad, por lo que son absolutamente obedientes a su oscuro creador.

En este punto se preguntarán, ¿por qué el titulo de este artículo? ¿Qué tiene que ver esto con la dolarización? Lo explicaré:

Dejando de lado la similitud entre el proceso de concentración de poderes del Imperio Galáctico con el de la “Patria, Tierra Sagrada” y la decadencia de la democracia minada “desde adentro” por un hábil político, la gran similitud con el Código Monetario aprobado está en el uso de la “clonación” de un recurso, que aunque se llame, circule y parezca igual, no es el mismo.

Y es que el Código Monetario -como bien lo ha dicho el Econ. Pablo Dávalos- abre la puerta a una suerte de “convertibilidad falsa”, al permitir emitirse “dólares electrónicos” que son los mismos, pero con una diferencia: pueden no tener el mismo valor. En lenguaje “Star Wars”, los llamo dólares clon.

La afirmación de que éstos estarán respaldados en activos líquidos no es suficiente para asegurar la dolarización, pues como ha afirmado Dávalos, la función de los dólares en dolarización es liquidar transacciones, no servir de respaldo a otra moneda. No importa que ésta se llame “dólar electrónico”, “moneda electrónica del Artículo 92”, “Sucre” o “Moneda Patito”.

Si los dólares de la reserva sirven de respaldo para la emisión de otra moneda, aunque ésta se llame dólar, no serán los mismos, son caja de conversión (o clonación) para otra moneda. Como los clones en Star Wars, estarán “genéticamente modificados” para responder a su creador o emisor.

Si su creador ordena inyectar liquidez, podría generarse una diferencia de valor entre el dólar físico de las reservas y su “clon” electrónico. Sea por una emisión sin respaldo, o porque luego se le ponga un costo de transacción a la conversión de moneda electrónica a dólar físico, la diferencia de valor habrá sido creada. El clon sería equivalente, pero no igual, y poco a poco podría devaluarse.

Teniendo en cuenta que la dolarización tras 14 años ha sido en gran parte la causa de la estabilidad económica ecuatoriana, tras reducir la inflación del 90% a menos del 10% en apenas dos años desde aplicada y haberla mantenido estable desde entonces, sería sumamente riesgoso cualquier paso que podría ponerla en riesgo, pues es ella el verdadero “Milagro ecuatoriano”.

“¿Quién es más loco: el loco o el loco que sigue al loco?” –Obi-Wan Kenobi, Maestro Jedi.

Que la fuerza nos acompañe…

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