Usted decide, Excelentísimo

Myriane Neagari
Quito, Ecuador

Empiezo agradeciéndole honestamente, sin ironías.

Agradezco las carreteras ampliadas en tramos antiguos y otras totalmente nuevas. Agradezco el cierre de universidades de garaje, algunas buenas con excelente profesorado pero con grandes fallas administrativas o de infraestructura. Otras pésimas que eran centros de lucro y maltrato a profesionales. Aplaudo la decisión tomada,  más no la falta de planificación del organismo encargado de aplicarla porque por el apuro, falló en cuanto al futuro de cientos de docentes que quedaron en la calle y cientos de alumnos truncados en su carrera.

Aplaudo la idea de sectorizar planteles educativos fiscales. Es buena la idea, mas el ministerio respectivo falla en el cómo ejecutarla. Es necesaria mayor planificación. Sugiérales que no calienten sus asientos. Fácil es la solución. Aplaudo la idea de Yachay aunque mis amigos me caigan por hacerlo público… Opinaré en cuatro años cuando se empiecen en realidad, a ver los resultados. Sugiero no se apuren, que planifiquen concienzudamente mallas y objetivos porque del cielo no caen, aunque se quisiera…

Llegar a la presidencia es el más alto honor que un ciudadano puede alcanzar en un país democrático y usted llegó a ella por su carisma, méritos y promesas de cambio, las mismas que calaron en los votantes cansados de lo que Ud. muchas veces lo dice: “mañas de la partidocracia”. La misma que ha regresado con fuerza. Vea nomás el asunto del comecheques y su sentencia. Ahora resulta que un «Smartphone» cuesta en el Ecuador, cinco veces más que un peculado.

Los títulos, saberes, o experiencias de vida importan poco cuando se ha tenido el honor de ejercer cátedra, lo sé por experiencia.

Usted, Excelentísimo, fue catedrático en una muy prestigiosa universidad del país y concordará que lo más importante son los educandos. Hoy usted es el educador de una nación y me permito solicitarle que reflexione. ¿Cómo Ud. realmente desea que lo recuerden? ¿Cómo quiere pasar a la Historia?…La verdadera, no la devaluada por sus empleados que a cada momento la utilizan como trapeador en sus discursos.

¿De verdad desea dejar un pueblo dividido por el odio como sucede actualmente? Me cuentan que es un padre amoroso. ¿Es ese el legado que quiere dejar a sus hijos? No lo creo, usted es inteligente. Llegó a lo más alto, ahora trascienda en la historia con dignidad, que lo recuerden por sus acciones y ejemplos. Tiene tiempo.

Deje tranquila la reelección, va a causar más división. No es la derecha, es su pueblo, escúchelo.  Descanse, analice, trace nuevas metas y vuelva en próximas elecciones. Los que lo rodean, no todos pero si en su mayoría,  piensan en sus bolsillos, pompas y viajes, no en usted. Con el tiempo me dará la razón. Vuelvo a decirle, usted es inteligente,  piense en su legado. Hasta pronto y mientras tanto, le dejo extractos de un poema que encontré en la red. Usted decide excelentísimo… nadie más.

No educas cuando…

Por René J. Trossero

No educas cuando impones tus convicciones, sino cuando suscitas convicciones personales.

No educas cuando impones caminos, sino cuando enseñas a caminar.

No educas cuando impones el sometimiento, sino cuando despiertas el coraje de ser libres.

No educas cuando impones el terror que aísla, sino cuando liberas el amor que acerca y comunica.

No educas cuando impones la verdad, sino cuando enseñas a buscarla honestamente.

No educas cuando impones el miedo que paraliza, sino cuando logras la admiración que estimula.

No educas cuando impones información a la memoria, sino cuando muestras el sentido de la vida.

Más relacionadas