El Correista del 2014

Miguel Molina Díaz
Quito, Ecuador

¡Buenas noches compañeritos y compañeritas! Como todos los años, ha llegado el momento de elegir al correista más importante de lo que ha sido el 2014, el más leal, el más revolucionario. Esta noche de enero tiñe de alegría los corazones de la patria, cada vez más altiva y soberana, porque sabremos quién ha sido el más honorable de los camaradas verdes.

Lamentablemente, y como ocurre todos los años, hemos tenido que descalificar al canciller Patiño puesto que el voto del Ecuador, contra las sanciones a Corea del Norte por violaciones a derechos humanos, ha sido en extremo polémico. Además, el canciller Patiño ya tiene muchos premios. Uno más no le viene ni le va. ¡Eso sí! Recomendamos a las facultades de arquitectura considerar, ¡por fin!, un doctorado honoris causa para el canciller. ¡Si la costosísima sede de UNASUR le quedó hermosa, parece el senado de Star Wars!

También queda descalificado Domingo Paredes, porque ya fue el correista del año 2012 y porque no hay premio suficientemente grande para homenajear su lealtad, su devoción, su entrega. Algún día, Domingo, sabremos que pasa con usted: si su destino es el olvido total (que le convendría a él y al país) o ser recordado como el astro más importante de la constelación correista, el que permitió que el proyecto se afiance.

El jurado ha decidido conceder un premio consuelo a doña Gabriela Rivadeneira, que todavía sin llegar al tercer piso de la vida (las tres décadas), y con tan solo un título de bachiller y uno de Reina del Yamor (ya está por graduarse de la universidad, esperemos que lo haga este año), es la cabeza de la Función Legislativa de Ecuador. Le extendemos, además, una felicitación por la bella residencia de $250 mil dólares que ha adquirido, con un préstamo del BIESS, para realizar su buen vivir, como se lo merece.

¡Vamos con las menciones de honor! Va una para Marcela Aguiñaga, nueva lideresa de Alianza País en el Guayas. Será quizás la figura de la revolución que por fin, quizás, tal vez, pueda ganar a Jaime Nebot la contienda por la alcaldía de la perla del Pacífico, cuando toque votar.

Este año, como nunca, repartiremos menciones de honor como si fuera la multiplicación del pan y del vino. Va mención de honor para Alexis Mera, que prefirió arrepentirse de sus declaraciones contra la reelección indefinida antes que traicionar las pretensiones de nuestro gran líder: ¡el proyecto revolucionario debe continuar! ¡Hasta el infinito y más allá!

Otra mención de honor para don Patricio Rivera, nuestro Superministro de la Política Económica, el niño genio de la Revolución Ciudadana. Alguien cuyo vocabulario, día tras día, se asemeja más al florido y bello repertorio de palabras de nuestro comandante en jefe, el Presidente de la República.

Una última mención para la compañerita Doris Soliz, la Secretaria Ejecutiva del movimiento revolucionario Alianza País. Porque pese a no ser funcionaria pública del Estado ecuatoriano, fue parte de la delegación oficial que viajó a China para salvar al Ecuador de la debacle económica, ya que esos barriles de petróleo cuyo precio anda por los suelos no son revolucionarios de verdad. Doris, que ha sido recibida por el Partido Comunista de China (el más capitalista del mundo), representa dignamente a la mujer revolucionaria del Ecuador. ¡Por eso, y por crear la maquinaria electoral de las próximas elecciones, esta mención es para ella!

¡Por fin hemos llegado a los nombres de los ganadores! El tercer lugar es para doña Betty Tola, nuestra Ministra de Inclusión Económica y Social. Su lealtad a la revolución y a su líder supremo no conoce fronteras, tanto que no le importó sus años de cercanía a Pachakutik a la hora de revertir para el Estado el comodato de la sede de la CONAIE en Quito. Incluso, les pidió que entregaran el edificio el 6 de enero. Si bien, esa decisión se está revisando (reculando, dicen algunos), ella demostró que nada, absolutamente nada, es más importante que obedecer y quedar bien con el jefe.

El segundo lugar, pero no menos importante, es para alguien que está acostumbrado a ser segundón: ¡hablamos del vicepresidente Jorge Glas! Además de ser el ideólogo y ejecutor del cambio de matriz productiva, por medio de sus Power Points, es hincha del equipo del líder supremo. Emelecista y revolucionario, Jorge Glas Espinel ha logrado que el país olvide el bochornoso episodio de su tesis y ahora es hasta ovacionado en las sabatinas que le toca dar. Hombre creativo: basta recordar cuando le envió a Esperanza Martínez un metro para que mida el ancho de la carretera que se dice están construyendo en el Yasuní (le mandó el metro pero no le dejo entrar para que proceda a la medición). ¡Un correista de cepa, comprometido y generoso!

¡Y llega el momento más esperado de la noche! Creo que en este punto ya todos sabemos el nombre del triunfador. Se trata nada más y nada menos de un periodista. Hombre clave para lograr que ese pueril programa ‘La pareja feliz’ salga del aire limpio que respiramos en la patria, así como para lograr que se cierre de una vez por todas ese ‘corructo’ Diario Hoy y las ‘atrasapueblos’ ediciones regionales de La Hora. El hombre que sancionó a Bonil, ese politiquero disfrazado de caricaturista. El hombre que ha defendido la labor altiva y soberana de los medios públicos e incautados, en su labor mesiánica de difundir las virtudes de la revolución. El hombre que dicta lo que es periodismo en el Ecuador, lo que se debe informar y lo que se debe callar. El hombre. El superintendente. ¡El fenomenal Carlos Ochoa! Sin duda, el más grande correista que el 2014 obsequió a nuestro amado terruño. ¡Alabado sea! ¡Su nombre ha sido canonizado y ahora se encuentra entre los grandes correistas de todos los tiempos!

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