Lo digital: el menor de los retos en los diarios ecuatorianos

Martina Vera

Martina Vera Pérez
Madrid, España

Hace ya un par de años que Jill Abramson recibió en su oficina a Alan Rusbridger, editor del diario británico The Guardian. Ambos se disponían a curar y publicar información que Edward Snowden infiltró de la Agencia de Seguridad Nacional Estadounidense, NSA. En una reciente conferencia aquí, la ex editora del New York Times habló de los retos que afronta la prensa escrita en EE.UU y el mundo, desafíos, con un tono más claro que obscuro en el primer mundo; no así en Ecuador. A pesar de que nuestros periódicos se han reinventado para asumir el fenómeno digital, posicionarse a la vanguardia de la profesión es más viable en un sistema democrático como el de EE.UU que bajo un régimen como el nuestro.

¡Superó el Apocalipsis!

Escasos años atrás el futuro de la prensa escrita se pintaba apocalíptico. Las audiencias emigraban a la web; la publicidad en el mundo digital ofrecía ingresos mínimos; las herramientas de búsqueda concedían acceso a infinitas fuentes de forma gratuita. Un histórico modelo de negocio se ponía a prueba. Jill Abramson fue pionera en experimentar con herramientas digitales catapultando el periodismo de calidad en la web y reinventando el modelo de negocio de la prensa escrita. Así, inauguró la primera modalidad de subscripción pagada digital a impresos en el New York Times. Recalca que, “nos vimos en condiciones de digitalizar el negocio debido a que ofrecemos una calidad informativa superior a la del mercado”. Un segundo acierto del NYT, asegura Abramson, fue el de innovar su contenido con formatos multimedia que interesan a una audiencia online cada vez más exigente y recursiva.

Pese a que la penetración del Internet se ha hecho esperar en Ecuador, hoy el 65% de la población tiene acceso a esta herramienta y el 31,1% de ellos, la utiliza como un instrumento informativo, (INEC). La audiencia ecuatoriana que se informa en la web, reclama formatos multimedia; así lo confirmó el Ministerio de Telecomunicaciones de la Sociedad de la Información en el 2014. La prensa escrita en Ecuador encara entonces, iguales retos digitales que los impresos a nivel mundial. ¿Podrían nuestros periódicos reinventarse y posicionarse a la vanguardia de formatos online y establecer un modelo de financiación exitoso?

¿Reinvención? Sí

Nuestra prensa escrita ha encarado el reto digital con una nueva oferta multimedia que sienta las bases para el desarrollo de periodismo de calidad. Grandes impresos históricos como El Comercio y El Universo, transmiten ahora podcasts y videos como parte de su repertorio de noticias. Medios como Expreso y Mercurio, también obtienen, cada vez, un mayor número de lectores online. Esta tendencia experimenta gran ascenso cuando nos referimos a medios nativos digitales, como es el caso de La República Ec (ha llegado al puesto #6 entre las web de noticias más visitadas del país, según los indicadores de Alexa).

Un factor aún preocupa: en Ecuador no se han podido trasladar a la web los ingresos que antiguamente provenían de la venta de ejemplares al lector. Ejemplo de ello es el intento infructuoso de Expreso de negar el acceso a sus editoriales a usuarios no suscritos. Es riesgoso que la publicidad represente una fuente única de ingresos para la prensa escrita. Abramson concuerda cuando alega: “decidimos inaugurar un modelo de subscripción pagada en el NYT porque es comprometedor que nuestros ingresos dependan únicamente de la publicidad”. En Ecuador, este peligro hoy es aún más alarmante y puede impedir a la prensa escrita ubicarse a la vanguardia del desafío digital.

¿Vanguardia? No

Los ingresos publicitarios de la prensa escrita muestran tendencia a reducirse a paso firme; eso compromete la calidad e innovación de un impreso. Dos factores propagan este descenso: 1) El retiro dirigido de publicidad oficial que puede llegar a representar hasta el 30% de una pauta. 2) La “austeridad” de la publicidad privada. A mayor recorte menor posibilidad de colocarse a la vanguardia.

Al desabastecimiento publicitario progresivo que sufre la prensa escrita, debemos sumarle las costosas sanciones que impone la Superintendencia de la Comunicación e Información (SUPERCOM) a los medios privados, multiplicadas exponencialmente en su año de existencia. La segunda sanción impuesta al caricaturista de El Universo, Xavier Bonilla, BONIL lo evidencia. Recuento datos, no tan solo acciones: en este año, la SUPERCOM ha registrado 136 procesos, 42 sanciones contra medios, 22 sanciones a medios privados y tan solo 2 a medios estatales (Fundamedios).

¿Calidad? Se complica sin acceso a fuentes

Para posicionarse a la vanguardia del reto digital, la prensa escrita en nuestro país también ha de combatir un factor que atenta contra su calidad informativa: la restricción a información oficial. Este razonamiento lo dejó en claro la exdirectora del NYT, al citar el difícil acceso a fuentes oficiales en la Casa Blanca como un malestar primordial. “Jamás ha sido peor el ambiente en la Casa Blanca que bajo esta administración; varios consideran el acceso a fuentes oficiales aún más restrictivo que en el periodo de George W. Bush”, dice Abramson.

Al hablar de acceso a fuentes de información oficiales en el Ecuador, los serios malestares estadounidenses parecen leves, pues, para citar solo una restricción, es de conocimiento general la inclinación del gobierno ecuatoriano a negar entrevistas a los medios privados. El propio Correa recordó en una de sus sabatinas dos años atrás, que sus funcionarios no están para responder las preguntas de medios privados con fines de lucro. Sin acceso a fuentes oficiales, la calidad de una historia se compromete, al no presentar una cara esencial de la moneda en sus relatos.

¿Excelencia informativa? Imposible con censura

La excelencia informativa se vincula también a la voluntad investigativa. De acuerdo a Abramson, en su país preocupa que los efectos de la “dura persecución del gobierno a denunciantes como Bradley Manning y Edward Snowden” incidan en la voluntad de denunciar y publicar. En Ecuador, las consecuencias para quienes denuncian se hacen sentir. De acuerdo a cifras de Fundamedios, el número de agresiones a periodistas se ha multiplicado más de diez veces desde el 2008 (22 agresiones anuales) hasta el 2014 (253 agresiones anuales). El 66% provienen del Gobierno y generaron el incremento de 2 casos divulgados de censura y autocensura anuales (2010) a 22 (2014). En este recuento no constan los no revelados.

La supervivencia del más sometido

¿De qué color se pinta el futuro para la prensa escrita? Según Ambramson, el futuro contempla varias paletas de tonos claros en Occidente. De momento, existe una tendencia, inclusive en medios nativos digitales como el Huffignton Post, BuzzFeed y Vice Media, de emprender proyectos de investigación narrativa extensa de calidad, en varios formatos multimedia.

A pesar de que la prensa escrita ecuatoriana tiene en sus manos e intenta aplicar las recetas de Abramson, el futuro puede contemplarse obscuro. Será difícil poner estas recetas en marcha con suficiente ímpetu para estar a la vanguardia del reto digital si no se diversifican fuentes de ingresos; más aún si el estado sigue retirando su pauta de ciertos medios privados independientes, sancionando a sus periodistas y castigando sus denuncias. Posiblemente, el medio que mejor autocensura ejerza, será aquel que sobreviva con el capital suficiente para innovar sus contenidos y formatos. Todo apunta a que en Ecuador quienes gozarán de estas condiciones son principalmente, los medios gubernamentales.

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