El fantasma del enemigo externo

Martina Vera

Martina Vera Pérez
Madrid, España

Primer Acto: En su sabatina semanal, Nicolás Maduro condena un complot que alega, Miami-Bogotá-Madrid, emprenden contra el modelo chavista. Dice que España pretende desprestigiarlo para interrumpir el crecimiento del Partido Podemos en el país Ibérico.

Segundo Acto: Alexis Tsipras, Presidente Griego, acusa a Madrid y Lisboa de desprestigiar a su gobierno durante las negociaciones con la Unión Europea. España teme, dice, que la fórmula política de Syriza les contagie.

Tercer Acto: España no encabeza ningún complot, pues la izquierda extrema, se auto-inflinge derrotas en Caracas y Atenas.

¿El nombre de la obra? El Presidente Mariano Rajoy la ha titulado, sin quererlo, “El Fantasma del Enemigo Externo”, pues sus protagonistas culpan a España para evadir responsabilidades locales con su pueblo y distraer en tiempos de crisis. ¿Si España no es más que un fantasma en la historia, cuáles son entonces los verdaderos enemigos de Maduro y Tsipras? Su frágil credibilidad, su actitud ante la crisis humanitaria y su reacción al descalabro económico en sus países, son algunos buenos ejemplos.

Frágil credibilidad

En Venezuela, Maduro denuncia la campaña española “contra su gobierno” como una artimaña para desprestigiar a Podemos. Amenaza con inaugurar “Expo Venezuela” del 1 al 3 de Marzo en Madrid, para promover logros chavistas con dinero de inversores Españoles en Venezuela. Llegó el 1 de Marzo, día de la Feria. No existe récord de que se celebre Expo-Venezuela. La incoherencia es natural en el adolescente; cuando la padece un gobierno, compromete la credibilidad de un país y da mucho de qué hablar y reír a los medios extranjeros. De ahí que se les acuse de desacreditadores.

Tsipras se estrena en la Presidencia de Grecia con la extensión de un rescate bajo condiciones que declaró, no toleraría, durante su campaña electoral y declara a los medios que, el pacto negociado con la UE es un logro enorgullecedor. Días más tarde, acusa a España de llevar su negociación al abismo. Las acusaciones de Tsipras, restan credibilidad a su propio acuerdo y cuestionan su postura negociadora en futuros y necesarios encuentros con la UE sin necesidad de que Rajoy mueva un dedo.

Crisis humanitaria

De acuerdo a la ONG International Crisis Group, que predijo la crisis en Siria, Libia y Ucrania, la situación económica y de escasez venezolana llevan al país al borde del abismo. La CIDH también manifiesta su consternación ante la situación del estado de Derecho en Venezuela, mientras el gobierno se hace de su siguiente víctima política con el arresto del Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma acusado de complotar un golpe de Estado. Pero Maduro se derroca solo, con una popularidad que desciende al 20%. No necesita un empujón de opositores locales ni “enemigos” externos.

En Grecia, cerca de 300.00 familias viven bajo el umbral de la pobreza sin acceso a servicios eléctricos (Elstat). La respuesta a la crisis humanitaria genera roces entre Tsipras y las alas más radicales de Syriza, inconformes con las medidas propuestas. El malestar se debe a que, tras la primera negociación con la UE, es casi un hecho que el primer mandatario no cumplirá con sus promesas electorales, nacionalistas y difíciles de promover en una unión dónde cuentan 19 opiniones, no solo una. El no advertir las consecuencias de ofertas demagógicas le costó a Tsipras ahora desgastarse ante reclamos populistas. Y en eso, escasa influencia tiene España.

Crisis económica y deuda insostenible

En Venezuela, la inflación descontrolada se agudiza con el último régimen cambiario que, según el gobernador de Miranda, «le mete al pueblo otra devaluación por el pecho». El país también afronta una deuda de $10,300 millones cuyos plazos vencen en el primer semestre del 2015, de acuerdo a Infobae. Según el Nuevo Herald, por ahora, Venezuela se salva de entrar en default gracias a los 4,700 millones de dólares obtenidos al endeudar su refinería estadounidense Citgo. El tiempo no se detiene y dentro de poco le pasará peor factura al gobierno. No serán entonces los fantasmas enemigos a quienes se remita el pago.

En Grecia, pocos días atrás, el Ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró que su país tendrá dificultades para pagar la deuda al FMI y BCE antes de julio. A su vez, Alemania reitera que, sin cumplimiento a las condiciones del programa de rescate, Grecia no recibirá dinero. Juan Fernando Robles, Profesor de Finanzas afirma en El Economista que, dadas las condiciones precarias del país heleno, una tónica más conciliadora en la pasada negociación, le habría valido mayor flexibilidad de los socios y por lo tanto, mayores concesiones. Su propia estrategia le costó a Varufakis un gran trozo de la tarta que comparte con 19 países, no solo con el fantasma de España.

Son sus peores enemigos

Como bien dice el refrán, “tu peor enemigo eres tú mismo”. Mientras Maduro y Tsipras no admitan su responsabilidad, difícil será sacar lo positivo a flote de sus fórmulas políticas, peor aún, sacar a un país de los escombros. Afortunadamente para Tsipras, Grecia da señales de recobrar el sentido común y cuenta con mayor tiempo y credibilidad que Venezuela para derrotar a “su peor enemigo”.

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