Manifiesto de La Hora

Luis Eduardo Vivanco
Quito, Ecuador

Dentro de la sistemática campaña de persecución a los medios críticos, Diario La Hora ha sido convocado una vez más al tribunal de la Supercom. La audiencia que tendrá lugar este lunes 4 a las 09:00 en Quito, sin embargo, tiene varios matices que la hacen particular y, sobre todo, preocupante.

El alcalde de Loja, José Bolívar Castillo, demanda al Diario por supuestamente haber ejercido censura previa al omitir publicar información de interés público. La molestia se debe a que el Diario no reseñó su fiesta de rendición de cuentas. Sí, nos encontramos ante la posibilidad de que sean las autoridades públicas las que dicten a los medios libres lo que deben publicar, caso contrario: multa. Nos quieren obligar a publicar lo que ellos consideran de interés para su fines políticos, atropellando todo criterio de independencia mediática. Sería la primera sentencia de este tipo porque recordemos que el intento por sancionar bajo esta figura a El Comercio, El Universo, Hoy y La Hora por “no cubrir suficientemente la visita de Correa a Chile” reposa en inquietante silencio en la Supercom.

Esto no es todo. Además, en el afán por llevar esto a un estado de confrontación total, por primera vez, que yo haya visto por lo menos, se pide la comparecencia de personas específicas para que rindan testimonio a un cuestionario elaborado por el equipo jurídico de Castillo. Amenazan, por escrito y sin reparos, con que si no se asiste se estaría contraviniendo el artículo 282 del Código Orgánico Integral Penal por lo que se debería pagar una pena de uno a tres años de cárcel. Así como suena. Yo, como editor general, y la gerenta del periódico en Loja, estamos obligados a sentarnos en el tribunal de la Supercom a responder, cual banquillo inquisidor, las preguntas secretas del Alcalde bajo la amenaza de que si no se lo hace, se desprenda una causa penal.

Por estos dos motivos, que a mi modesta manera de pensar no son menores, es que agradecería su presencia el día lunes a las 09:00 en la Supercom, tomando en cuenta que aquí está en juego la garantía de que seamos los periodistas, con nuestro criterio noticioso editorial, los que decidamos lo que se debe publicar y no el poder el que mande en nuestros espacios. A esto le sumamos que ahora las audiencias se hacen con la Ley de Comunicación en una mano y con el Código Penal en la otra.

Espero puedan acompañarnos. Gracias por su tiempo. (O)

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