¿El Poder somete a Podemos?

Martina Vera

Martina Vera
Madrid, España.

El poder corroe, dice el refrán. Juan Carlos Monedero, ideólogo de Podemos, formación de extrema izquierda en España, lo corrobora y dice que renuncia a ese destino en la política. Abandona su posición en el partido, con un sabor agrio desilusionado, dice, por el desvío ideológico que vive el partido que fundó.

¿Qué hay detrás de la dimisión de Monedero? Varios especulan de que se trata de un partido que, a sus escasos 15 meses de vida, se resquebraja con conflictos ideológicos internos, propios de quien no sabe manejar la presión que una posición de poder supone.

Se invierten los papeles

Podemos batió records en España y se posicionó en las encuestas como primera fuerza política, irrumpiendo en el bipartidismo y presentándose como alternativa limpia a la política corrupta tradicional. Aquel éxito burbujeó mientras Podemos ocupó una cómoda posición externa de crítica al poder, sin aún verse inmerso en él. Atacó a sus rivales sin acarrear la presión de las urnas a cuestas, ni la responsabilidad de gobernar. Hoy, se invierten los papeles y la actitud del partido es otra.

Podemos ya siente la presión de las urnas sobre sus hombros y paga con creces las críticas de una audiencia que todavía está a la espera de que el partido presente un plan de gobierno y que teme comprobar sus vínculos con el chavismo. Esa presión real y actual acorrala a Podemos que debe decidir si mantener o no su esencia e imagen inicial o adoptar actitudes “menos extremistas” para evitar perder más seguidores. ¿Somete a Podemos esa nueva posición de poder?

¿El Poder Somete a Podemos?

¿Qué poder somete a Podemos? El poder del voto en las elecciones de este mes. El poder de su más grande rival político, el renovado partido “Ciudadanos”, que se bebe el elixir de los simpatizantes de Podemos a ritmo frenético. El poder de los enemigos políticos que comparan a Podemos con gobiernos polémicos como el de Tsipras en Grecia, Chávez en Venezuela y Correa en Ecuador. El poder de la prensa que deshuesa el esqueleto corroído de un partido cuyas finanzas pueden tener vínculos con el gobierno de Chávez y otros. Sin duda, quien se hace de poder a base de criticarlo, ahora vive en carne y hueso las limitaciones de ocupar tan deseada posición. ¿El resultado de esas limitaciones? El conflicto interno entre líneas ideológicas más y menos radicales e el partido.

¿Qué revela la dimisión de Monedero en relación al poder de Podemos y su futuro? Ciertamente, que el partido acusa su pérdida de fama y se acopla al comportamiento de los partidos tradicionales que tanto criticó. Es decir, Podemos adopta políticas más moderadas para no sacrificar el decreciente apoyo a su retórica en España. Ese cambio de vientos, dice Monedero, es lo que motiva su dimisión. “A  veces nos parezcamos a lo que queremos sustituir. Eso es una realidad”, alega el antiguo miembro.

¿Qué hay detrás de la salida de Monedero?

Si bien la transformación del partido de fiera felina a gato casero es motivo de desilusión para Monedero, no constituye ni la única ni la más importante razón por la que dimite. Los vínculos financieros que la prensa denuncia entre Monedero y los gobiernos de Venezuela, así como los de Ecuador, Nicaragua y Bolivia, le han ocasionado problemas con Hacienda, el asedio de la prensa, duras críticas del público y el rechazo del electorado. Siendo así, la dimisión revela, que aunque Monedero abandona un proyecto en crisis que ya no es compatible con sus ideales personales, curiosamente, a ese proyecto quizá no le siente nada mal aquella baja, ahora que los vientos soplan hacia otros rumbos. ¿Entonces la verdadera pregunta es, Monedero se va porque quiere o porque las circunstancias lo dictaminan? Aunque la respuesta completa tardará en llegar, una cosa queda clara: la presión del poder ya somete a las decisiones de Podemos.

Más relacionadas