La ley de Herodes III: «El autogolpe blando»

Carlos Arcos Cabrera
Quito, Ecuador

La ley de Herodes (Herencia y Plusvalía) fueron las dos gotas que desataron el rechazo masivo a la RC. ¡Todos nos vimos sorprendidos! Desde las diversas y fragmentadas oposiciones, hasta la RC. Unos más sorprendidos que otros, al punto que el país de hace un mes atrás, es irreconocible.

La oposiciones (de derechas y de izquierdas) sorprendidas y alborozadas por las frecuentes y multitudinarias concentraciones, en las que el miedo ha desaparecido y en las que, poco a poco, ha calado una consiga: ¡Fuera Correa, fuera!  Cuando se ha abusado del poder, como lo ha hecho la RC y la espontaneidad llega a las calles, es imposible impedir  que se exprese la frustración y el descontento acumulado.

La RC, a pesar de las maromas mediáticas y discursivas, no ha podido ocultar su sorpresa. Tenía la certeza que controlaba el país, que nada se podía mover sin su aprobación, que las oposiciones estaban paralizadas, que el presente y futuro de la RC estaban garantizados a través de la reelección indefinida. El desconcierto se ha trastocado en una política paranoica.

La RC vive el síndrome de Moctezuma: escucha únicamente lo que quiere escuchar y mira lo que quiere mirar. Quien diga lo contrario corre el riesgo de ser decapitado. Los que están a la sombra de Carondelet dejaron de ver el mundo y escuchar las voces que vienen desde la calle. Se limitan, en éxtasis, a volver los ojos al trono y escuchar las palabras que nace de allí. Los deseos del poder se han convertido en el sustituto de la realidad. Si desde el trono se dice que son más, pues son más, aunque la evidencia demuestre que son menos y cada vez menos.

En esa política paranoica, la tesis del golpe de Estado blando del ministro Serrano, con motivo de la manifestación del 2 de julio, pasado, en Quito, es de un peligro extremo. ¿Parche antes de la herida? ¿Victimización a nivel internacional?

La RC controlan todos los poderes del Estado, ejercen un cuasi monopolio mediático y como dice una de sus propagandas «¡El país ya cambió!». Escapan a su control: las calles, las redes, la crisis económica y, el creciente desafecto ciudadano hacia la política de la RC, hacia el presidente Correa y hacia otras funciones del Estado, como lo señalan las encuestas.[i]  A pesar del enorme poder acumulado, la RC está acorralada. El país, se ha convertido en un lugar peligroso lleno de complotados, golpistas, drogadictos, violentos, opositores a la visita del Papa, terroristas y demás escoria que sobrevive en los extramuros del bunker.

La multitudinaria marcha del jueves 2 de julio en Quito, demostró que la tesis del ministro Serrano era de consistencia excrementicia. Encubre la tramoya de un autogolpe blando (que en los hechos se ha venido dando) que permita a la RC llevar al extremo la represión de la disidencia y de las protestas y sobrevivir a la borrasca.

Creo que concluida la visita Papal, la oposición a la reelección indefinida será la consigna que cruce todo el espectro de demandas y de las oposiciones, que son numerosas y diversas, en la calle y fuera de ella. Si la presión social y política logra detenerla, se habrá desmontado la principal estrategia de la RC para perpetuarse.

[i] http://www.cedatos.com.ec/detalles_noticia.php?Id=186

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