Que paren las alertas

Bettty Escobar

Betty Escobar
Nueva York, Estados Unidos

“Las alertas, mensajes y ensayos que la organización ha difundido a través de redes sociales y otros medios, en más de una ocasión, manifestando, de forma categórica, posiciones de carácter netamente político y atentatorias al desarrollo social”, esta es parte de la carta que la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom) envió a la Fundación Andina para la Observación Social y Estudio de Medios (Fundamedios) el 23 de junio, dos días antes de que el Angelito Mordaza (Ley Mordaza) cumpliera sus dos añitos de vida. La Secom conminó a Fundamedios a no emitir sus alertas, acusó a la Fundación de que “se ha desviado claramente de sus fines estatutarios” y amenazó a la organización con su disolución.

Esto sucedía mientras se daban las marchas multitudinarias contra el Gobierno, mientras los ciudadanos se preparaban para la llegada del papa Francisco y mientras se politizaba dicha visita. Es decir, para algunos pudo pasar por desapercibida la gravedad de esta noticia, pero es urgente estar al tanto. Porque como sabemos, en esta revolución no existen las coincidencias y siempre hacen que pasen “unas cosas” mientras suceden “otras” para distraer.

Fundamedios es una organización reconocida dentro y fuera de Ecuador por su trabajo de monitoreo, defensa y promoción de la libertad de expresión y derechos humanos. En su estatuto, específicamente en el capítulo II, artículo 10, bajo objetivos específicos de la Fundación, este establece (entre otros objetivos): “Promover y fomentar la reflexión de la realidad social del país a través de los medios de comunicación” y “Monitorear los contenidos de los medios de comunicación e incentivar las acciones de defensa de los derechos a informar y ser informados”. Dejar de emitir las alertas significa para Fundamedios irse contra los propios objetivos para la que fue creada.

Desde su fundación, en 2007, Fundamedios ha emitido más de 1.000 alertas de hechos relacionados con violaciones a la libertad de expresión: agresiones contra periodistas, agresiones contra medios de comunicación, agresiones contra ciudadanos, demandas y aplicación de la Ley Orgánica de Comunicación. ¿Cuál es la intención de la Secom al pretender cesar las alertas? ¿No quieren que sepamos sobre estas porque, como supuestamente somos un paraíso, esas agresiones empañan tanta maravilla revolucionaria?

Fundamedios ha rechazado enérgicamente las acusaciones del Gobierno. César Ricaurte, su director, declaró: “La Secom no tiene la potestad legal de conminar; esto es una amenaza, pero además muy mal sustentada jurídicamente. Nosotros vamos a seguir emitiendo alertas. Estamos convencidos de que nuestro trabajo es legítimo, legal y necesario para el país”. Varias organizaciones internacionales se solidarizaron con Fundamedios, entre ellas la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ante “otra prueba de fuerza del Gobierno de Ecuador contra los medios de comunicación, organizaciones civiles o cualquier persona o instancia que exprese una opinión discrepante a la oficial”.

Claramente este es un nuevo abuso que debe ser sumado a todos los demás por los que los mandantes vienen protestando en las calles. Justo ahora que los ecuatorianos exigen, más que nunca, libertad y democracia en Ecuador, “ellos” buscan callar a uno de los principales denunciantes de agresiones a la libertad de expresión. Quieren parar las alertas para que no conozcamos las agresiones. ¿Y qué tal si mejor, de una buena vez, paran las agresiones para que entonces paren las alertas? (O)

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