Del golpe blando

Hernán Pérez Loose
Guayaquil, Ecuador

Al oficialismo le ha dado por hablar y hablar y hablar de un “golpe blando” que se estaría gestando en contra del Gobierno. Sus principales voceros han denunciado que esto del “golpe blando” es una suerte de técnica para derrocar al Gobierno a través de medios no violentos y que todas estas ideas y procedimientos salen de la obra de un escritor estadounidense de nombre Gene Sharp. Se ha llegado a decir incluso que los miles de ecuatorianos que se han volcado a las calles están siguiendo al pie de la letra el manual de Gene Sharp.

Esta alusión casi obsesiva que el oficialismo viene haciendo al “golpe blando” de Gene Sharp es muy reveladora no tanto por lo que dice, sino por lo que calla. Es que el oficialismo ha omitido decirles a los ecuatorianos que los principales libros de este señor Gene Sharp –profesor por varios años de Ciencia Política en la Universidad de Massachusetts, Darmouth–, así como sus ensayos y artículos, tienen como común denominador el uso de medios pacíficos para resistir y doblegar a gobiernos dictatoriales, no a gobiernos democráticos. De hecho, la principal obra de Gene se llama From Dictactorship to Democracy. A Conceptual Framework for Liberation, que fue publicada por primera vez en 1994. El año pasado, la editorial Dharana de España tradujo el libro al español.

Las otras obras del profesor Sharp van en la misma línea: el uso de medios pacíficos para obligar a los regímenes dictatoriales a mutarse en regímenes democráticos. La visión de Sharp del proceso político bajo dictaduras le ganó algunos detractores. Lo llegaron a acusar de ser un instrumento del imperialismo estadounidense. Una acusación que fue rechazada enfáticamente por íconos de la izquierda mundial, como el profesor del MIT Noam Chomsky, quien junto con otros académicos defendió a Sharp en una carta abierta.

Flaco servicio le ha hecho el oficialismo al presente régimen, entonces. Al sostener como gran cosa que las movilizaciones sociales que vienen creciendo en el país son producto de las ideas de este relativamente oscuro profesor retirado, el oficialismo ha terminado por reconocer que el Ecuador vive en una dictadura. Porque, como bien señala Chomsky, ese es el núcleo de las ideas de Sharp, cómo doblegar a las dictaduras.

Que al atacarlo a Sharp el oficialismo haya terminado reconociendo que el país vive en una suerte de dictadura tampoco es nada nuevo. Es muy difícil creer que hasta los propios oficialistas piensen que el país vive realmente bajo un régimen democrático. ¿O es que realmente creen que en una democracia es normal que quienes discrepan del discurso oficial sean perseguidos, atacados y mancillados en su honra? ¿O que es propio de una democracia que todos los poderes del Estado sean controlados por una sola persona, que se amordace a la prensa, se asfixie a los periodistas, y no se rindan cuentas?

Así pues, sigan criticándolo nomás al profesor Sharp que los ecuatorianos, con o sin él, llevan años derrotando a las dictaduras. (O)

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