Cuba: muta pero no cambia

Martina Vera

Ella comparte su contacto personal con la cara positiva de la moneda que presenta el comunismo cubano: aquella que garantiza, por imposición, que todos los ciudadanos tengan acceso a lo elemental. La otra cara, la que atenta contra las aspiraciones de progreso que trascienden lo básico, vulnera los DDHH, arremete contra la democracia y censura la libre expresión, la conocemos de sobra en la comunidad internacional. Aun conscientes de aquello, es probable que en Cuba sea la cara obscura de la moneda justamente aquella que permanezca intacta, mientras la que generó un impacto positivo podría esfumarse con el viento hacia otras tierras. ¿Adivinamos hacia donde sopla la brisa cuando se derrumban los muros?

Los polos visitan Cuba

El viento siempre sopla hacia donde atraen las fuerzas gravitatorias de los polos. Esta semana esos polos -70 países y 900 empresas del mundo- visitaron Cuba saludando al régimen castrista con fuertes apretones de mano en la Feria Internacional de la Habana. Muchos de los huéspedes fueron firmes opositores de los hermanos Castro, que vulneraron los DDHH y democráticos adscritos en sus propias constituciones. Sin embargo hoy, años después, mientras ese régimen permanece inmóvil en materia de DDHH, libertad de expresión y regeneración democrática, grandes empresas a instituciones bancarias de EEUU, México, Panamá y España entre otros, cambian gradualmente su postura; lo hacen no solo porque las actitudes del pasado fracasaron, sino también porque lo necesitan.

Algunas cosas mutan y otras, nunca cambian

La actitud de la mayoría del mundo occidental hacia Cuba, generó uno de los mayores fracasos en política internacional en nuestra historia reciente; ese fracaso se sintió tanto dentro como fuera de la Isla y finalmente tomó un curso distinto hace pocos meses, cuando EEUU y varios miembros de la comunidad internacional retomaron sus relaciones con La Habana. En consecuencia hoy, varios huéspedes acuden al Caribe en búsqueda de mayores sinergias en mercados semi-virginales para estimular sus exportaciones, inversiones y consumo. Europa, en particular, tiene además otro propósito en mente: busca atraer potencial joven cualificado que ayude a repoblar su envejecido continente y que sostenga el peso de las pensiones de jubilación futuras. Siendo ese el caso, no es disparatado adivinar que dentro de poco tiempo, aquellos polos que visitan la Isla esta semana atraerán la brisa caribeña a sus propios territorios y con ella, al personal cualificado y joven que necesitan. Si eso sucede, la borrosa pero importante cara positiva del legado comunista será probablemente aquella que primero desaparezca en la Isla; entonces, no podremos culpar a los polos por ser alternativas más atractivas de desarrollo personal y profesional para quienes tengan la libertad de conocerlos.

Mientras tanto, Cuba muta pero no cambia. Otras dinámicas –las más nefastas- no se destruyen en la Isla pues los presos políticos en Cuba siguen tras las rejas, los disidentes son silenciados y las restricciones a la tenencia de propiedad privada prevalecen. ¿Cuándo exigirán los polos concesiones reales y significativas del régimen castrista al respecto?

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