Un gran desafío

;aríasol Pons

De aquí en adelante supongo que seremos testigos de un cambio de dirección de ese país así como la liberación de quienes están en la cárcel injustamente como Leopoldo Lopez y Antonio Ledezma, entre muchos más cuyos nombres desconozco. Supongo también que empezarán a salir a la luz denuncias de corrupción y abusos de poder como los hemos podido ver en las noticias. Pero eso no significa que la oposición sea impoluta o que se asemeje a un grupo de ángeles importados del cielo para salvar a Venezuela. Creo que a pesar de las falencias que tengan, como todo ser humano en este planeta, ellos lucharán por rescatar los valores que representan.

Cuando pude ver a Diosdado Cabello levantarse de la silla de la Presidencia de la Asamblea de Venezuela (el equivalente al Parlamento Nacional) después de ser su presidente desde el 2012 para cederle la silla al nuevo presidente, representante de la Mesa Unidad Democrática, Henry Ramos Allup no pude evitar sentir una ilusión inmensa de cambio en ese país y quizás en la vecindad.

Los miembros de la MUD tienen un desafío importante al ser depositarios de un franco deseo de cambio del pueblo venezolano. Deben no sólo legislar de manera productiva y reconstruir un país empobrecido socialmente sino recuperar la institucionalidad socavada en 16 años de Chavismo, componer el aparato productivo, generar un cambio en el manejo del sistema judicial, defender la libertad de expresión, entre otros muchos objetivos y tienen que hacerlo con un gran sentido de respeto y congruencia con los principios democráticos que representan. Como acertadamente dice Henrique Capriles; no deben actuar guiados por el revanchismo. Ellos tienen una mayor responsabilidad.

Henry Ramos tiene un inmenso desafío con el pueblo venezolano y consigo mismo pues debe trabajar en la representación de una Asamblea que luchará contra el ejecutivo y sus tentáculos de poder por cambiar el rumbo de una nación donde en más de 3 lustros se ha atropellado a sus ciudadanos, pero debe hacerlo con altura y diferenciación.

Los 112 asambleístas venezolanos posesionados hoy en sus curules enfrentan una prueba de vida excepcional que es ejercer el poder de legislar dando el ejemplo de democracia y distanciamiento de todo lo que han criticado a sus predecesores. Enhorabuena a todas esas personas que sienten un triunfo con esta nueva representación y a sus representantes; llegó el momento del desafío de enseñar con el ejemplo. Esta tarea no es fácil y nos compete a todos en cada una de nuestras acciones, nos equivocamos con más frecuencia de las que nos gustaría, pero la sabiduría como dice el dicho, no está en no caerse sino en saberse levantar.

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