¿El nacimiento de la milicia correísta?

Es evidente que el funcionario pretendía minimizar el nivel profesional de los miembros de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas.

En nuestras escuelas de formación se han preparado alumnos de diferentes países e instituciones, por ser consideradas de las mejores de la región. De igual forma, por esta institución han pasado hombres valientes que no han dudado en entregar su vida por precautelar la seguridad de su protegido, como es el caso del Sr. sargento Jaime Quinga, quien murió baleado en el nefasto episodio de Taura, resguardando la vida del entonces Jefe de Estado. A lo largo de los años se ha dado un sinnúmero de reconocimientos por parte de diferentes Presidentes, autoridades civiles y religiosas a nivel mundial, que han sido protegidos por nuestros esquemas de seguridad. Entonces, ¿cuál fue el trasfondo de las declaraciones del arquitecto Fernando Cordero?

A lo largo de nueve años, el gobierno ha demostrado que tiene una idea totalmente tergiversada del concepto de lealtad, a la que confunde con obsecuencia y sumisión. Por eso, quizás ante el temor de que las Fuerzas Armadas no responden a esa sumisión que se les quiere inculcar, ahora se quiera estructurar una fuerza de choque, algo parecido a las milicias bolivarianas que combaten cualquier señal de disidencia contra el gobierno venezolano. Tal vez el gobierno aún no ha entendido que las Fuerzas Armadas no están para defender sus intereses políticos. Es evidente que la administración de Rafael Correa tiene sumido al país en una grave crisis socio – económica, principalmente por el manejo ineficiente y negligente de los recursos del Estado. A lo mejor, la posibilidad de un gran estallido social los tiene atemorizados.

Ejemplos de improvisaciones ya se han visto durante esta autodenominada “revolución ciudadana”, como cuando crearon una estructura incompetente llamada SENAIN, que durante los hechos del 30 de septiembre de 2010 se encontraba tomando café y recibiendo cursos, mientras su “comandante en jefe” pedía a gritos que lo maten en una ventana del Regimiento Quito.

Al arquitecto Fernando Cordero habría que enseñarle que la capacitación no se la hace con un decreto, sino que es una especialización, previa rigurosa selección de los candidatos. Me da profunda pena ver como un tema tan importante para el país, está en manos de funcinarios, que emiten comentarios sin tener un mínimo conocimiento del asunto.  Las palabras del arquitecto Cordero constituye otra gran ofensa para las Fuerzas Armadas.

También sería bueno recordarle al gobierno, que el jefe de seguridad de la Casa Presidencial fue el general Luis Castro, actual Comandante General de la Fuerza Terrestre, lo que implica, según lo dicho por el arquitecto Cordero, que este alto oficial era un incompetente y ganaba sueldo sin estar preparado para cuidar al Presidente.

Si nuestro mandatario fuera un estadista, no requeriría de una guardia pretoriana para movilizarse, porque estaría seguro de que su pueblo lo respeta. En lugar de dar declaraciones fuera de lugar, sería mejor que el gobierno tome el ejemplo de su coideario, José Mujica, y deje de seguir despilfarrando los recursos del pueblo. Recuerde el arquitecto Cordero y el resto del gobierno, que ya están de salida y que les falta poco más de un año para que empiecen a ser fiscalizados.

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